La pasión que genera el fútbol es incomparable. Sobre todo en la Argentina, auténtica cuna de astros y de equipos que hicieron historia en cada rincón del globo. El del Club Atlético Boca Juniors es un ejemplo más que paradigmático: la pasión que despiertan los colores azul y oro es legendaria, y el club tiene un lugar de privilegio en la elite mundial. Y así busca reflejarlo el documental Boca Juniors 3D: La Película.
Tras un demasiado breve repaso por la historia, el director Rodrigo Vila se centra en las figuras más representativas y en las hazañas contemporáneas del club de la rivera: desde las obtenciones de la Copa Libertadores y de la Intercontinental (sobre todo durante las eras de Carlos Bianchi como director técnico) hasta el regreso del goleador Martín Palermo en aquel 3 a 0 contra River, archirrival de siempre, pasando por la llegada de Diego Armando Maradona a principios de los 80 (y su regreso durante los 90), la explosión de Juan Román Riquelme y de Carlos Tévez, los ídolos de los 70…
Salvo Tévez (todavía en la Juventus italiana), los entrevistados hablan desde la Bombonera, el estadio de Boca, donde los planos contribuyen a aumentar la magnitud de aquel marco. Cada relato está unido por un extravagante anciano que se la pasa rodeado de libros, revistas de antaño y hasta televisores viejos; cada recuerdo suyo da pie a imágenes de archivo y testimonios de glorias modernas y de más atrás, como Rubén “Chapa” Suñé, Silvio Marzolini y Antonio Rattín. Pero el excesivo, poco inspirado y burdo histrionismo de ese personaje se vuelve invasivo y termina restando.
Si bien dicen presente nombres como los de Palermo, Barros Schelotto, Rolando “El Flaco” Schiavi, Alberto “Beto” Márcico, Roberto “El Pato” Abbonanzieri y del actual técnico Rodolfo Arruabarrena, también hay ausencias cruciales. Maradona y Riquelme no figuran entre los entrevistados, pero se utilizan audios y videos de diferentes entrevistas. Algo parecido, pero al pasar, con Hugo “El Loco” Gatti. Más preocupante es el caso de Bianchi, el técnico más ganador en la historia del club, que no tiene participación más que en las imágenes y en algunas menciones por parte de sus ex dirigidos. Y así otros casos de técnicos de paso exitoso (Alfio Basile, Oscar Washington Tabárez) y de futbolistas que tantas alegrías le dieron a su gente (Gabriel Batistuta, Sebastián Battaglia, Walter Samuel; los colombianos Óscar Córdoba, Jorge “Patrón” Bermúdez y Mauricio “Chicho” Serna, etc.). Es cierto que no pocas de las ausencias deben estar vinculadas a temas políticos o, al menos, a una nula relación con la actual dirigencia.
En paralelo, Vila presenta estupendas tomas del barrio de La Boca y de la Bombonera antes de un partido, capturando parte de la esencia del entusiasmo que despierta el equipo. Sin duda, tema para otro documental que hasta podría resultar mucho más novedoso sin dejar de ser fascinante.
Boca Juniors 3D: La Película se queda en una pirotécnica aunque incompleta celebración xeneize, que se vale de imágenes ya conocidas (y no sólo a través de los programas deportivos), pero ordenadas en función de un tono triunfalista, decididamente no apto para fanáticos de otros equipos. Un documental que hasta puede defraudar a los hinchas más acérrimos, aunque para ellos contemplar sus colores en pantalla grande -y en 3D- será un placer que hasta ahora no llevó a cabo ningún otro equipo del país.