La épica batalla que sostuvieron Björn Borg y Joe McEnroe en el torneo de tenis de Wimbledon en 1980 ha llegado al cine. Filmada muy en el estilo de la genial Rush –que retrataba la rivalidad entre los automovilistas James Hunt y Niki Lauda-, este film se centra en los pormenores de ese certamen en el que los dos contendientes repasan su vida y las circunstancias que los llevaron a convertirse en archirrivales y “mejores enemigos”.
El danés Janus Metz Pedersen, que ha desarrollado gran parte de su carrera en Sudáfrica y luego consiguió atención con sus documentales Love on Delivery y Ticket to Paradise, que retratan el envío de “novias por correo” de países como Vietnam y Tailandia a países como Dinamarca. Después de entrar en contacto con Hollywood gracias a su trabajo en segunda temporada de la serie True Detective. Metz Pedersen logró obtener la dirección de este proyecto, que llevó a cabo de manera adecuada y dinámica, si caer en el drama excesivo.
Además, las escenas de juego están filmadas de manera tal que pareciera que se está viendo un encuentro de tenis a través de la TV y los gestos de los protagonistas están calcados de los que realizaron en la vida real.
No sólo es sueco como el verdadero Björn Borg, Gudnason es también un calco del legendario tenista y tan buen actor que, con 39 años, compone a un personaje que tiene 15 años menos y lo logra tan bien que parece que el tipo va a estallar de un momento al otro.
Conocido por su personaje de Pontus Höijer en la serie Wallander, Gudnason se convierte en esa “maquinita” de efectividad que causó sensación en los ´70 a pesar de la frialdad cn la que se manejaba tanto adentro como afuera de la cancha.
Como detalle extra, el joven Björn está personificado por su propio hijo, Leo Borg que en estos días debutó en el tenis con apenas 14 años.
El actor que supo “explotar” hace diez años en Paranoia y Transformers (y dos de sus secuelas) emprendió el típico camino hacia la autodestrucción pero con éste trabajo se redime y obtiene un gran retrato del, por entonces, número 2 del tenis mundial. Desquiciado, atrevido y rebelde, el McEnroe de 1980 se ganaba los abucheos del público por sus actitudes antideportivas y era la personificación del fuego que el público creía que podía acabar con la era de “Ice Borg”.
No vas a entender porqué tantos directores eligieron durante años a LaBeouf hasta que veas este film.
La primera mitad de la película transcurre enfocada en las experiencias acumuladas por lo protagonistas en su camino a la fama y su preparación –estricta y rutinaria en el caso de Borg, caótica e indisciplinada para McEnroe- mientras que el último tramo de la narración está dedicado al tremendo duelo que llegó a tener un set de 34 games.
El director se cuidó de retratar este momento cumbre en la historia de tenis de manera tal que el juego se vive como un eterno duelo en la historia del tenis, en la que los jugadores empuñan sus raquetas como pistolas y se baten a duelo una y otra vez.
A pesar de que no hubo ningún argentino involucrado en est vento histórico, el guionista (y el director) decidieron que una periodista argentina (Silvana Ruíz de Argentina Televisora Color o ATC como se la conocía por entonces) interpretada por Annika Ryberg entreviste a Borg en un momento de crisis.
A modo de anécdota personal, recuerdo que tan grande era la figura de Bjorn Borg en los ´80 que en cuando debíamos ingresar la clave de un videojuego de tenis de Commodore Amiga (el Pro Tennis Tour, creo), el sistema pedía el apellido de un jugador que hubiera ganado determinado torneo y que estaba en un manual que nadie tenía. La forma de destrabarlo era presionar “ENTER” hasta que pidiera el ganador de un torneo jugad entre 1975 y 1979 y colocando “Borg” se podía jugar con tranquilidad.