Amor a la distancia
Otra de las candidatas a llevarse el Oscar por mejor película se estrena esta semana en la Argentina y cuenta con la destacada actuación de Saoirse Ronan.
Saoirse Ronan es una actriz que a sus 21 años ya recibió dos nominaciones al Oscar –una de ellas por el filme que ahora reseñamos y otra por Expiación, Deseo y Pecado- y que se hizo conocida hace cinco años como la pequeña y efectiva asesina de Hanna.
Su carrera resulta no menos que prometedora y en cierto punto comparable con la de Jennifer Lawrence, la otra gran intérprete de esta época que a sus 25 años acumula cuatro postulaciones –en una de ellas ganadora- y que compite este año por Joy en la categoría "Mejor Actriz".
Con este antecedente, todos los ojos que se posen sobre la pantalla a la hora de ver Brooklyn estarán centrados en esta joven actriz de nombre difícil de pronunciar pero de origen norteamericano que no defrauda en absoluto.
Ocurre que Brooklyn es sin mucho análisis un filme de época, en este caso uno inspirado en la novela de Colm Tílbin del mismo título que relata el viaje de una joven inmigrante irlandesa a la ciudad de New York en la década de 1950.
Eilis Lacey, de apenas 20 años, zarpa de la tierra de los duendes con destino a la de las oportunidades y allí emprende otro viaje: el del autodescubrimiento y es ahí donde el director John Crowley (Circuito Cerrado) acierta con su visión de la novela ya que Ronan logra mostrar con grandioso realismo la transición de una joven insegura a una mujer independiente que busca realizarse en una tierra extraña sin resignar sus valores.
Pero además, el filme narra convenientemente no una sino dos historias de amor: la de Eilis con su enamorado (Emory Cohen) y con su familia, a la que extraña horrores e idealiza en interminables cartas.
De todas formas, el relato está muy bien llevado para un filme de época y el director no abusa de las escenografías y no se coloca jamás en un plano solemne en el que las palabras del autor se vuelven algo sacro, un mérito en el que también tiene mucho que ver el guionista Rick Hornby, un experto en la materia de la adaptación que tiene en su CV nada menos que a Alta Fidelidad, esa joya de la década pasada que protagonizó John Cusa junto a Jack Black.
De esta manera, Brooklyn se convierte en una buena opción frente a la gran cantidad de estrenos que arremeten contra un público que intenta disfrutar de las vacaciones.