Bruja

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Una nueva película de género argentino llega a cartelera y es lo último de Marcelo Paez Cubells ("Omisión") y protagonizada por la infalible Érica Rivas como la bruja del pueblo. Selena es madre soltera. Vive en un pequeño pueblo (las locaciones son en la hermosa ciudad de San Antonio de Areco) con su hija ya adolescente.
Tiene su propia huerta y rechaza la tecnología por lo que se niega a comprarle un teléfono celular a su hija (interpretada por Miranda Serna, su hija en la vida real). De chica su madre le enseñó cómo aprovechar su poder innato femenino y también que un hombre malo debe ser castigado. Claro, en el pueblo, Selena es la loca, la inadaptada.
Érica Rivas desde el primer minuto logra meterse en la piel de este fuerte personaje femenino que cuenta además con un gran poder de percepción. Ella es la única que parece notar que hay algo mal, que hay gente mala en el pueblo, hasta que lo peor sucede: su hija desaparece, aparentemente en manos de un grupo de jóvenes que le prometían trabajo.
Sin embargo ni la policía ni nadie parece estar dispuesta a escucharla y ayudarla, con excepción de Ricardo (Pablo Rago) ya que su hija también está en el grupo de chicas desaparecidas.
El film apuesta al género fantástico, esto se entiende desde el primer “truquito” que hace Selena, con unos pobres efectos especiales que acentúan su magia como si fuese necesario, como si no estuviéramos viendo lo que hace (el principal problema de los efectos especiales no es lo mal que lucen, sino que son del todo prescindibles).
Y al mismo tiempo utiliza esto para tratar un tema mucho más realista y, lamentablemente, siempre actual, que es el de la trata de personas. En ese caso se parece a películas como "Hipersomnia" de Gabriel Grieco o "Clementina", de Jimena Monteoliva, pero mientras aquellas lograban crear un propio universo, más exagerado en el caso de la primera y mucho más sobrio en esta última, Cubells parece algo indeciso.
A nivel argumental, con el guion de Matías Caruso, estamos ante una premisa sin dudas atractiva pero que no funciona en su desarrollo. Leticia Bredice está en otro tono muy distinto y tiene un personaje que podría haberse explotado mucho más, es la villana, la cabeza. El resto de los personajes que aparecen a su alrededor tampoco consiguen desarrollo alguno y todo parece tan desprolijo y artificial como la estética del film.
En especial las escenas nocturnas lucen como plásticas. Sin dudas lo mejor de la película es Érica Rivas, siempre creíble aún en sus escenas más desbordantes. Después estamos ante un film que aunque cumple retratando y denunciando una temática grave y sin banalizarla no aprovecha su atractiva premisa. “Bruja” es una película que parece hecha a las apuradas y sin mucha inspiración, una pena absoluta.