A traves de aguas y guerras
Joshua Connor (Russel Crowe) es un granjero australiano de una zona muy árida, que ha desarrollado una gran habilidad para encontrar agua bajo la tierra, y así crear pozos para su granja.
Joshua tiene una vida feliz con su esposa y sus tres hijos, hasta que estos deben ir al ejército para combatir en la Primera Guerra Mundial.
Sus hijos nunca regresan, han sido declarados desaparecidos en combate luego de la batalla de Gallipoli. Antes de morir su esposa, Joshua le promete que va a encontrarlos.
Así, este simple granjero, sin ninguna pista pero lleno de esperanzas, parte rumbo a Turquía en busca de sus hijos, allí conoce a un niño y a su madre, la dueña del hotel donde se hospeda, quienes junto a un oficial turco serán la única ayuda con la que contará para poder encontrarlos en una tierra lejana, con una cultura que no conoce, en un país que todavía sufre las consecuencias de la guerra, y que es hostil ante todo lo que provenga del imperio británico.
Este dramón épico comienza de forma contundente al presentar un personaje que deja en claro desde un comienzo que está dispuesto a todo con tal de lograr su objetivo.
Así Joshua atraviesa ríos, ciudades, golpea puertas y se pelea con oficiales de todos los bandos que tratan de convencerlo de que se resigne y vuelva a casa, pero no se resigna a creer que sus hijos yacen anónimamente en una fosa común y nunca deja de buscarlos.
Russell Crowe debuta como director en este filme sólido, que tiene todos los condimentos clásicos para ser taquillero, con una historia que engancha desde el comienzo, no solo por lo dramático de su contenido, sino también por todos los temas que toca: conflictos bélicos, choque de culturas, una historia de amor en el medio, y como eje el vínculo entre padre e hijos.
La fotografía y la reconstrucción de época, especialmente de las batallas, es excelente, aportándole acción a la historia, que aunque cae en unos cuantos lugares comunes y estereotipos culturales, es un gran filme con buenas actuaciones, emotiva y técnicamente impecable.