Exploraciones de verano
Filmada exclusivamente en El Carrizal, en la provincia de Mendoza, Camping (2020) sigue a Estefanía, que entra en la adolescencia, durante unos días de verano. Si bien elige la ficción para su ópera prima, Luciana Bilotti construye un relato íntimo, anclado en su provincia natal e incorporando imágenes de films amateurs que podemos adivinar autobiográficos.
Como su nombre lo indica, toda la trama de la película se desarrolla en este espacio particular, constantemente entre afuera y adentro, que constituye el camping. Tanto para los adultos como para los niños, se vuelve un lugar de exteriorización de sus afectos, lejos de la intimidad familiar de una casa cerrada.
Ahí, además de los cambios que experimenta en su cuerpo y su identidad, Estefanía debe afrontar los problemas de sus padres que se hacen más y más presentes, como si lo íntimo y lo escondido se cristalizarán en el afuera, donde se vuelven reales. Esas emociones que ellos parecían haber enterrado desde hace muchos años de vida en común se descubren poco a poco.
En el medio de este caos silencioso, la protagonista empieza a construir su identidad y emanciparse de su familia para intentar explorar sola. Así, el camping se vuelve para ella el terreno de estos intentos y búsquedas, a veces de manera violenta, como la herida que va a llevar durante casi todo el tiempo de la película, debatiéndose entre el mundo familiar y el mundo exterior.
Las escenas en las carpas, espacio del “entre” a la vez adentro pero abierto al afuera, encarnan esta ambigüedad de la adolescencia. También abren a la naturaleza, muy presente, que refleja las emociones de los personajes en una suerte de impresionismo y a la vez parece tener incidencia sobre sus emociones y afectos. La película usa colores suaves casi lavados para mostrar este conjunto de naturaleza y cuerpos, traduciendo el ámbito seco y caluroso del verano.
Como muchas veces en el cine, esta estación es el espacio bisagra por excelencia donde el tiempo se estira (¡cómo no pensar en La ciénaga de Lucrecia Martel!) y de aprendizaje para los niños que terminan un año antes de empezar otro. También es un espacio-tiempo por fuera, donde las reglas son otras y donde se tienen que inventar, lejos del cotidiano.
Camping es una película de pocas palabras. No se grita, pero el aire se siente pesado, tenso y termina por estallar con la tormenta final, junto a las emociones de los personajes. Llevada por la fuerza retenida de los actores (las dos actrices principales, Martina Penaccio e Ivana Catanese, haciendo su debut cinematográfico), logra dar una mirada fresca sobre ese momento tan particular que es el pasaje a la adolescencia, tema adorado por el cine, sin caer en los lugares comunes.