La sal de la vida
La película arranca con planos generales en un pueblito bonaerense llamado Médanos, luego se visualiza el trabajo duro en una salina. Los primeros 20 minutos que dura esta presentación pueden resultar un poco extensos para los espectadores que están acostumbrados a la vorágine de la ciudad.
Cáncer de Máquina es la antítesis de Córtenla, una peli sobre call centers, la producción anterior de Alejandro Cohen Arazi, en la cual, el ingreso a la vida de los trabajadores de los call centers, resulta un tanto abrumadora, teniendo en cuenta todos los pesares que tienen que atravesar. Pero si se quiere poner un punto en común, en este nuevo film también se habla del trabajo duro y mal pago. Los trabajadores de las salinas se esfuerzan durante horas para conseguir la cosecha y al final quedarse con unas pocas migajas.
En todas las historias que aparecen, la soledad es una protagonista inevitable. Para algunos ya es una costumbre, para otros es un alivio de la gran ciudad y para otros es lo que hay. La soledad es fielmente reflejada en los grandes planos generales, esos que aparecen en los primeros minutos y cobran sentido a medida que se conocen las historias.
En cuanto a detalles técnicos, hay una buena producción integral y todo convive en armonía con lo que se está contando.
Cohen Arazi, en compañía de José Binetti, muestran historias que no se cuentan en las grandes ciudades y de alguna manera, ayudan a reivindicar una actividad de la que se conoce poco y nada, lo cual es un punto más a favor para la película.