Los superhéroes siguen a full. Y este año, sus aventuras están ambientadas en otras épocas. Ya ocurrió con la estupenda X-Men: Primera Generación, que transcurre en los ’60. Ahora le toca el turno a la no menos notable Capitán América: El Primer Vengador, ubicada durante la Segunda Guerra Mundial.
Hacía años que este personaje de las historietas estaba por tener una revancha en el cine. La fallida versión anterior data de 1990, dirigida por Albert Pyum (un paladín del cine de bajo presupuesto). Dato curioso: el patriótico muchacho fanático del escudo estuvo interpretado por Matt Salinger, hijo del mismísimo J.D. Salinger, el autor de El Cazador Oculto.
Ahora por fin el personaje cayó en manos hábiles.
El director Joe Johnston no será recordado como una leyenda del séptimo arte, pero sabe hacer films muy entretenidos, como Querida, Encogí a los Niños y Jurassik Park 3. Su estilo de dirigir es clásico, muy adecuado para cuando hace películas ambientadas en otros períodos históricos. De hecho, una de ellas es con una suerte de superhéroe: Rocketeer, protagonizada por Billy Campbell y Jennifer Connelly. En Capitán América vuelve a demostrar que sabe poner los efectos especiales (trabajó en Industrial Light & Magic) al servicio de la historia. El estilo —pleno de acción, aventura, drama, romance, peligro— remite al de los seriales de los ’30 y ’40, que también supieron inspirar a Steven Spielberg y a George Lucas.
Chris Evans está muy correcto como Steve Rogers y su Otro Yo superheroico. Ya había demostrado que esta clase de roles le sientan bien cuando interpretó a la Antorcha Humana en la impersonal Los Cuatro Fantásticos y su secuela. Gracias a la inteligente utilización de los FX digitales, al principio del film aparece delgado y pequeño, para luego pegar el estirón y ponerse musculoso luego del experimento que lo convierte en un soldado ideal. Y eso es lo que hace que el público se pueda identificar más fácilmente con Steve que con Thor, por poner un ejemplo cercano: pasa de joven maltratado e ignorado a ser ídolo de multitudes, sobre todo de las chicas. La fantasía secreta —o no tanto— de muchos de nosotros.
Por su parte, Hugo Weaving también sigue dejando en claro que sabe componer villanos. Esta vez hace de Red Skull, un jerarca nazi tan poderoso como el Capitán América. Weaving habla con un acento alemán que confesó haber copiado del director Werner Herzog.
Tommy Lee Jones podría haber estado mejor aprovechado, pero igual le da su sobria personalidad al Coronel Chester Phillips. Stanley Tucci y Toby Jones componen a científicos que juegan con grandes poderes, a veces para bien, a veces para todo lo contrario. Dominic Cooper hace del ingeniero Howard Stark, quien resulta ser un playboy como también lo será su hijo Tony. La cuota femenina la pone Hayley Atwell, bellísima y de armas tomar.
Sin llegar a la altura de otras adaptaciones cinematográficas de comics, Capitán América: El Primer Vengador continúa siendo de los más vibrantes y divertidos exponentes, y otro muy buen adelanto de lo que será The Avengers, la película que reunirá a casi todos los superhéroes del universo Marvel. Es más: no se vayan del cine apenas aparezcan los títulos de créditos, porque al final podrán ver el trailer de esa tan esperada orgía comiquera encabezada por Robert Downey Jr., quien desde esas pocas imágenes demuestra que estará por encima de sus co-protagonistas.