Más Vengadores que nunca
La tercera película del héroe embanderado se parece más bien a Los Vengadores por la historia a gran escala que narra y el interminable reparto de actores con el que cuenta.
Finalmente llega a las pantallas locales la tercera y definitiva entrega del Capitán América, el héroe que a muchos puede parecerle una burda propaganda de los Estados Unidos pero que no ha sido más que una grata sorpresa desde la primera película para aquellos que supieron ser sus más acérrimos detractores durante años.
Con un asombroso récord de cinco películas en cinco años (contando las dos entregas de "Los Vengadores"), el Capitán ha dado vuelta la balanza en la Segunda Guerra Mundial, defendió la Tierra de una invasión extraterrestre, detuvo una conspiración de ribetes internacionales y salvó al mundo de una inteligencia superior que planeaba exterminar a la raza humana. Sin embargo, la nueva aventura –que podría considerarse tranquilamente una Vengadores 2.5 - lo enfrenta con unos contrincantes que se la van a poner difícil: sus propios amigos y camaradas.
La trama encuentra al grupo de superhéroes divididos ante una decisión que les puede costar muy caro: todos deben someterse sin reparos a la supervisión de las Naciones Unidas, algo que no se ve del todo mal salvo porque el Capi le encuentra la trampa a la ley.
Para colmo de males, la reaparición de "Bucky", el entrañable amigo del protagonista transformado en un asesino a sueldo por los comunistas de antaño, no hace más que empeorar la situación por lo que Tony Stark, alias Iron Man, se propone detener a su aliado cueste lo que cueste.
De esta manera comienza una carrera contrarreloj para atrapar al Capi y a un reducido grupo de Vengadores que se unieron a su nueva cruzada por salvar el mundo.
Los guionistas de la película se basaron tanto en la historieta "Civil War" así como también "El Juicio del Capitán América" pero sin limitarse a copiar las escenas y los diálogos, sino innovando y lograron así una amalgama increíble en la que anida una subtrama que sorprende al espectador a cada paso y en la que los clichés de las películas de superhéroes han quedado al margen para contar una historia antológica.
Los directores, los hermanos Joe y Anthony Russo logran una vez más salir bien parados de una tarea para que la que parecen haber hecho todos sus deberes en el pasado. La mezcla entre el cine catástrofe de la década del ´70, la acción explosiva de Marvel y la velocidad que le imprimen a la trama una vez que arrancan los hacen imparables. Si en el Capitán América y el Soldado de Invierno los Russo llegaron muy alto, en Civil War sobrepasan la estratósfera mientras se preparan para dirigir la nueva película de Los Vengadores, que llegará en 2018.
En contra del filme sí se pueden achacar que tarda algunos minutos en arrancar, qué es muy largo (¡2 horas y media!) y que no permite un viaje al baño a riesgo de perderse la trama; pero todo eso se ve eclipsado por el genial tratamiento de los personajes, los ya conocidos y los recientemente incorporados como Ant-Man y el nuevo (mejor dicho el tercer) Spider-Man que acá interpreta Tom Holland y cuya participación sirve como introducción a las nuevas películas que saldrán del personaje, comenzando por Homecoming, que se estrena en 2017.
En definitiva, si hace un mes y medio atrás se decía que Batman vs Superman era el combate del siglo que nada podría superarlo, habría que echarle una mirada a Capitán América Civil War para reconsiderar esa postura ya que además de la pelea entre el protagonista y Iron Man la película tiene muchísimo más para ofrecer, y todo al alcance de una entrada de cine.