El amor entre dos mujeres, en los años 50 era algo impensado, y con diferencia de edad, aún más. El amor tenía que ser oculto, reprimido, vivirlo en secreto, y hasta como una desgracia.
Una historia simple, un guión sencillo pero poderoso, con muy poco diálogo, pero con muchas miradas intensas, que todo lo dicen. Delicada y pasional historia. Therese Belivet (Rooney Mara) es una joven empleada de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor, mientra toma hermosas fotografías.
Un día conoce a Carol Aird (Cate Blanchett), una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz. Entre ellas nacerá algo más que una conexión inexplicable, bastó solo una mirada.
Con una fotografía exquisita, muy estética, y un vestuario que transporta al público a esa bella época, en donde sin celulares, todo era distinto… Se esperaba una carta, un llamado, se revelaban las fotos y la inmediatez no existía. Ahora la poesía se vive en pantalla grande.
Cate es una maravillosa actriz que todo puede hacerlo, y todo lo hace supera ampliamente las expectativas. Y por supuesto también es el mejor papel de Mara. Esto es cine.