“Castores. Invasión del fin del mundo” es un documental que cuenta cómo empezó el gran problema de Tierra del Fuego: La superpoblación de castores.
Con mucho material fotográfico y en vídeo de archivo de la década del cuarenta, empieza narración. Veinte castores son traídos desde Canadá en 1946 por la Marina argentina, algunos dicen que era por el pelaje y otros porque querían que Tierra del Fuego se transforme en el país del norte del continente. No importa mucho el por qué, lo que importa es que hoy, casi setenta años después, hay 150000 castores. Los animales se transformaron en una plaga que destruye el ecosistema y día a día ocupan más espacio. En los noventas los castores empezaron a aparecer en Chile y forma parte del paisaje chileno.
A lo largo de los años hubo muchas ganas de terminar con ésta plaga, pero nunca se pudo llevar nada a cabo. Se trató de incentivar la caza por la piel del roedor, también, el gobierno empezó a pagar subsidios a los cazadores. Se incentivó a la gente para que coma al animal, así que también se empezó a vender la carne. Pero nada de lo que se hizo funcionó. Los castores se siguen reproduciendo y siguen destruyendo los paisajes del sur de Argentina y Chile.
También está la otra realidad: Los castores traen turistas, la gente los ama, compra sus muñequitos y no quieren que los maten. Así que nadie sabe qué hacer. Hay un entrevistado que dice “Los castores en 25 años van a llegar a Bariloche”.
El documental de Pablo Chehebar y Nicolás Iacouzzi está bien, tiene lindas imágenes, vemos paisajes interesantes y hay algunas tomas con la cámara puesta en objetos, bastante copadas. También cuenta con buenos datos y además cuenta con muchas escenas animadas, que hacen que los jóvenes se descompriman un poco luego de tanta información nueva.
“Castores. Invasión del fin del mundo” es un documental que cualquier maestra de Ciencias Naturales quisiera mostrarle a sus alumnos.