El camino del héroe La figura de Hugo Chávez ha sido objeto de varios documentales y hasta de una serie de ficción producida por Sony. La directora María Laura Vásquez busca en Chávez infinito (2017) contar cómo este militar llegó al poder y devino en presidente y, sobre todo, el legado que persiste entre sus seguidores. El documental arranca con Chávez dirigiéndose al pueblo para hablar sobre su enfermedad. Sin que le tiemble la voz, habla como si estuviera frente a un familiar o a un amigo. Ese es el disparador elegido por la directora argentina María Laura Vásquez, colaboradora de Oliver Stone en Al sur de la frontera (2009) y Hugo, mi amigo (2014). En Chávez infinito, la realizadora recoge los testimonios de aquellas personas que se sintieron representadas por el líder venezolano y que, desde su lugar, buscan transformar la realidad. Es evidente que Vásquez apela a la emotividad y deja de lado al político para centrarse en su costado más humano. Algo parecido a lo que hacía Oliver Stone en su documental pasa aquí. Vásquez presenta a Chávez sin cuestionarlo. Hace un recorrido sobre cómo se encontraba Venezuela en la década del 80 y cómo surge el nombre de este militar que el 4 de febrero lideró un fallido golpe de estado a un gobierno democrático. Solo en un tramo, uno de los entrevistados habla acerca de lo incómodo que se sentía cuando escuchaba sobre un militar que se identificaba con la izquierda. Pero es apenas un atisbo de lo que podría haberse convertido en un tema más que interesante para continuar la investigación. La directora se centra en los protagonistas, cada uno con su posición bien demarcada dentro del proceso de transformación, pero no queda lugar para la autocrítica. En el documental se trasparenta que los problemas que afrontan los venezolanos se generan por intereses extranjeros, nunca por el propio accionar. Y es esa falta de autocrítica la que terminó propiciando el nacimiento de los partidos con un carácter marcado de derecha que gobierna buena parte de los países latinoamericanos. En Chávez infinito se trasluce el camino del héroe pero con una pequeña desviación: desde la mirada del documental, el líder afrontó dificultades pero siempre ocasionadas por los otros y solo la muerte pudo frenarlo.
Un documental de la argentina María Laura Vázquez que cuenta la historia del surgimiento del líder venezolano con el seguimiento de ocho personajes que recuerdan con admiración e infinito cariño todos los logros de su gobierno. Con imágenes inéditas y una historia armada especialmente para quienes admiran y nada cuestionan la vida política de Hugo Chávez y todo el proceso vivido de su gobierno, su enfermedad y su muerte.
REALIDAD, MITO Y POPULISMO: LA FIGURA DE HUGO CHAVEZ FRIAS Desde hace unos años a esta parte han surgido en Latinoamérica figuras políticas que podrían ser tildadas de populares, que han levantado polvareda arrasando con la idea de “una política en manos de unos pocos” y permitiendo el retorno del viejo -y original- sentido de la palabra política: del griego politikós, que significa “lo relacionado con y para los ciudadanos”. Dentro de estas figuras latinoamericanas podríamos nombrar a Evo Morales, Néstor Kirchner, José Mujica, Rafael Correa, entre otros, pero se destaca como pionero e iniciador de este movimiento progresista en la política del cono sur del continente a Hugo Chávez Frías. Y de esto se trata el documental Chávez infinito, estrenado el 5 de marzo en Venezuela por la cadena Telesur y que ahora llega a la Argentina. Hay que destacar que la directora del film es Argentina, de gran formación académica y práctica habiéndose recibido primero en la Licenciatura en Artes Combinadas (UBA, Argentina) y luego en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Los Baños, en Cuba. El documental aborda a través de la construcción de un relato colectivo el inicio, la consolidación y la impronta de la figura política de Chávez dentro de una Venezuela históricamente orientada en lo político y económico a solventar los intereses estadounidenses en las tierras bolivarianas. Dentro de este marco, a inicios de los ’90 Chávez inicia un movimiento de renovación de la vieja política nacional en pos de una reestructuración de un estado que puje y prime los intereses venezolanos por sobre los de las naciones imperialistas. Ante semejante declaración, el documental muestra el paso de Chávez por la cárcel, el movimiento popular que reclama su liberación, el intento de golpe de Estado que primero perpetró él en contra de un gobierno liberal y el que luego sufrió él mismo para buscar su destitución y que fracasó. Del mismo modo, la película muestra las obras de gobierno del proclamado Comandante en Jefe, el tratamiento que se realizaba de su figura en medios nacionales e internacionales, opositores y oficialistas, el reconocimiento de su enfermedad y el golpe político, social y emocional que sufrió Venezuela ante la pérdida de semejante cuadro político nacional y que marcó una impronta destacable en el incipiente Siglo XXI. Este relato colectivo se va construyendo a través de la hibridación de distintas voces que comentan cómo se vivió, cómo se sintió y cómo repercutieron las políticas chavistas en este país. La narración está conformada por todas voces militantes del gobierno chavista: periodistas, militantes de comunas y feministas, ciudadanos, artistas, entre otros, lo que nos deja a quienes no estamos tan interiorizados con la historia política de Venezuela sólo el tratamiento mediático de la parte oficialista, ya que no se le da voz a esta trifurca política en el documental. Este posicionamiento político ideológico por parte de la directora del documental es completamente explicito, aceptable y enriquecedor para el conocimiento de la figura de Chávez fuera de su país natal. Sin embargo, en opinión de quien escribe, hubiese sido interesante la exposición, a través de una mirada critico reflexiva, de aquellos posicionamientos contrarios desde su propia voz, para enriquecer esta figura que generó amores y odios como fue este Comandante en Jefe venezolano. A modo de cierre, es interesante reflexionar sobre el tratamiento de la historia en el cine y en particular en los documentales. No hay una verdad objetiva ni una realidad única: los documentales, los medios de comunicación, son sólo una mirada fragmentada, recortada de una realidad vista a través de tal o cual ideología o posicionamiento político. En este caso particular, queda en manos del espectador reponer la otra parte de la historia que el documental no muestra, para que a través de un ejercicio crítico, pueda él mismo elaborar una historia y una opinión propia sobre este cuadro político interesantísimo como es el de Hugo Chávez.
La directora argentina de este documental sobre Hugo Chávez que ya tuvo exhibición en Buenos Aires en abril de este año en el Centro Cultural de la Cooperación, y que se acaba de estrenar oficialmente el jueves pasado en el Gaumont, (un estreno algo problematico al que asistió un grupo de venezolanos para amenazar a la directora) tiene estudios en la Universidad de Buenos Aires, pero estuvo radicada entre el 2000 y el 2011 en Venezuela, donde dirigió largometrajes para la Villa del Cine y donde incluso colaboró en la investigación y recopilación de material en el documental que Oliver Stone hizo sobre el comandante Chávez. Cosa que es importante porque en definitiva Chávez infinito resulta un documental de investigación de campo, construido desde la mirada de una extranjera que vivió los procesos históricos de buena parte del tiempo del chavismo. Esos momentos históricos son relevados por Vázquez bajo el típico prototipo de documental expositivo a través de discursos y entrevistas, tapas de periódicos, noticias gráficas, entrevistas a representantes de distintos movimientos sociales, como el de ciclistas urbanos revolucionarios, los activistas comunitarios, los representantes de organizaciones populares, o los comité de salud comunales y las agrupaciones feministas. Todos testimonios interesantes para entender el mecanismo de ese modelo político venezolano. Los tiempos que abarca Chávez Infinito comienzan con el surgimiento de la figura misteriosa de este militar de izquierda nacionalista que lideró el 4 de febrero de 1992 una insurrección que lo llevaría a la cárcel; el nacimiento de la figura mítica del Comandante que encaminaría al pueblo venezolano hacia una verdadera revolución política, social y cultural, denominada “bolivariana” que lo que hizo fundamentalmente es enfrentarse al poder económico norteamericano con un modelo político nacionalista, colectivista. Muchos muertos dejó todo ese proceso, los más de 3000 del “Caracazo” del 27 de febrero de 1989, los 19 del golpe de estado del 11 de abril del 2002, y más. Con la consigna central de la demolición paulatina del Estado burgués y el otorgamiento del poder (y su redistribución) al pueblo mediante comunas, consejos comunales, cooperativas: el socialismo debía construirse desde el pueblo, empoderado. El anuncio de su enfermedad, el tratamiento en Cuba, el traspaso de mando al actual presidente Maduro y fundamentalmente el enorme carisma de uno de los líderes más fuertes de la Latinoamérica del principio de siglo XXI son componentes que, aún en su visceralidad, el documental expone de modo de aproximarse a entender en qué consistió y en qué consiste hoy esa porción de la historia venezolana. Mirá también la carta abierta de la asociación de documentalistas debido al ataque a la directora la noche del estreno