Comando especial es una película ideal para pasar un muy buen rato en el cine, reírse mucho y quedarse con ganas de ver una secuela.
La secuencia del embotellamiento de tráfico y la persecución final son una de las mejores, no sólo por toda la parafernalia puesta en la pantalla, sino que también por el equilibrio justo entre acción y humor. Y lo más interesante...