Diggs, un perro policía retirado del servicio por ser demasiado arriesgado, es reclutado por una organización integrada por perros que protege a los humanos. Su misión será atrapar a Kitty Galore, una gata que planea conquistar al mundo. Pero para poder hacerlo, deberá aceptar trabajar en conjunto con el enemigo, los gatos.
Siendo la segunda parte de Como Perros y Gatos una película de perfil bajo, y que ya tiene 9 años, y que sumado a eso, no era una gran maravilla, uno no esperaba, precisamente, una maravilla del séptimo arte. Este año ya había entregado Toy Story 3 (Eternamente gracias Pixar), y es casi imposible que algo siquiera se le acerque. Si bien detesto esta clase de acercamientos previos a la película, en esta ocasión, lo puse en práctica, no pensando que iba a presenciar un atentado cinematográfico, sino, mas bien, aceptando las condiciones del juego que la película propone y poniéndome en la piel del niño que va a ver la película esperando solo entretenimiento.
Todo comienza con un corto de la Warner. Haciendo eco de los años dorados de la animación de la WB, el Correcaminos y Willie Coyote se hacen presentes. Primer y único momento que hace valer la pena el 3D. El corto es realmente muy bueno, muy fiel a las historias originales, y disfrutable tanto para grandes y chicos. Luego una secuencia inicial típica de películas de espionaje, que abre el código con el que va a trabajar la película. Y secuencia de títulos. He aquí el punto más alto de todo el film. Los títulos son un muy buen homenaje a las, ya clásicas, películas de James Bond musicalizado con un cover de “Get The Party Started”, canción popularizada por Pink a cargo de Shirley Bassey (quién cantó 3 canciones de aperturas de films del 007). De ahí en más, el recorrido es cuesta abajo.
Valga la pena destacar, cuando se habla de los puntos flojos del film, no se debe tomar demasiado en serio. Sucede que si bien como película deja bastante que desear, no esta demasiado lejos del nivel de la mayoría de los productos televisivos que se ven a diario. Pero de alguna forma u otra, no hay excusa para la mediocridad, y la sala de cine, a través de los años, hay sido un refugio para los chicos, donde podían disfrutar de una buena y entretenida historia, pero cuya narración vaya más allá de los límites que marcan el grueso de las series y dibujitos infantiles que se ven en la T.V.
Sacando de lado detalles como los FX, (dejan bastante que desear) y algunos detalles del argumento (ya estamos, tristemente, acostumbrados a que, por ser un producto para chicos, se descuiden ciertos elementos narrativos), el film tiene algunos pequeños momentos agradables, todos, homenajes a escenas y frases archiconocidas de obras del genero policial/espionaje. La mejor, la más fácil de ubicar, Mr. Tingles (el villano de la primera) siendo Hannibal Lecter, no una, sino, dos veces. Lo demás, pasa con pena y sin gloria.
Sin estar a la altura de lo que dio este año en el género, Como Perros y Gatos 2 es la clásica película “Directo a Video”, inferior a la original, pero pasatista, y con algún que otro chiste o gag efectivo. No obstante, la precede un corto muy divertido, donde el padre y/o madre puede mostrarle a los chicos que “lo viejo” puede ser, y en este caso es, mejor que “lo nuevo”. Un 3D tal vez no desaprovechado, pero si, innecesario, hace que sea una alternativa para ver con los chicos, no tan chiquitos, ni tan grandes, cuando no hay nada más en la TV, ni en el Videoclub del barrio. Dos butaquitas, una por el corto, otra por los titulos iniciales.