Como una novia sin sexo: Gran Hermano playero
Tres amigos se van a pasar una semana a una playa y entre ellos surgen situaciones que los llevarán a replantear su relación
Una playa bonaerense. Noviembre de 1996. Tres amigos llegan a pasar unos días como mochileros y a disfrutar el mar.
Allí encuentran a una joven, Julieta, que toma sol desnuda y comienza una relación con uno de ellos.
Así es "Como una novia sin Sexo", el primer largo estrenado en cines de Lucas Santa Ana, comienza y desde ese instante en adelante, busca llamar la atención del espectador como si de una versión playera de Gran Hermano se tratase: con la interacciones entre los personajes, que debido al aislamiento al que se ven sometidos, no tienen mucho margen. Y si a eso le agregamos que el director opta por agregar el recurso de "cámara testigo" (uno de los personajes graba las vacaciones), la intención se reafirma de este modo.
De esta manera, el film ubica al espectador como uno más entre el grupo, haciéndolo partícipe (y en algunos casos testigo o "voyeur") de la expresión de sus sentimientos que van desde el simple deseo físico a la manifestación amorosa, y desde el compañerismo que ronda entre los grupos varoniles, a los roces con la homosexualidad latente y la negación de la misma a pesar de lo evidente en algunos casos.
La inclusión de actores poco conocidos como son Javier De Pietro, Agustín Pardella, Marcos Ribas y Luana Pascua, hace más fácil esta transposición y eso convierte a esta película en una buena muestra de cine, y en el reflejo de una época en la que se manejaban otros códigos.
Hay en "Como una novia sin sexo" (un título que no le hace justicia al film) buenas interpretaciones, aunque en ocasiones falta algo de timing, ya que los actores en ocasiones pasan varios segundos protagonizando incómodos silencios o algunos insultos no parecen salir naturalmente, pero eso no juega en contra ni mucho menos y es cuestión de tiempo antes de que el director termine de pulir su estilo.