El western y la ciencia-ficción siempre estuvieron relacionados. Desde Viaje a las Estrellas hasta Avatar , muchas de las más famosas historias de naves espaciales, ambientadas en otros mundos, toman su estructura de los relatos con vaqueros, indios y diligencias. También hubo mezclas de los géneros en la serie Las Aventuras de Jim West (y en su fallida adaptación cinematográfica, Wild Wild West).
Por ese camino transita Cowboys & Aliens.
Estamos en los tiempos del Far West. Un hombre (Daniel Craig) despierta en medio del desierto, sin saber quién es ni cómo llegó allí... ni cómo apareció en su brazo una extraña pulsera metálica. Enseguida descubrirá que es Jake Lonergan, uno de los forajidos más temibles del Oeste. Y justo cuando es atrapado por la ley y por el Coronel Woodrow Dollarhyde (Harrion Ford), quien asegura que Jake le robó oro, hará un descubrimiento más inusual y peligroso: aparecen naves espaciales que atrapan gente, y la pulsera es la única arma que parece detenerlas. El ladrón, el coronel y un grupo de antihéroes deberán ir en rescate de los secuestrados, aunque para lograrlo deberán hacerle frente a una amenaza desconocida y feroz.
El argumento tiene puntos en común con el de uno de los mejores westerns jamás filmados: Más Corazón que Odio, de John Ford, en donde John Wayne debe rescatar a su sobrina de manos de los indios. Aquí, es Dollarhyde quien va en busca de su inmaduro hijo (Paul Dano)., y en vez de nativos, hay extraterrestres. En realidad, sí hay una tribu, pero se alían con Jake y el Coronel para combatir a los nada simpáticos visitantes espaciales, quienes están en la Tierra... por el oro. Se nota que en esos tiempos, la fiebre por ese material se extendía a toda la galaxia.
En cuanto a los aliens, son muy similares al de la reciente Super 8, que a su vez se parece al monstruo de Cloverfield, pero de menor tamaño. Criaturas realistas, con rasgos de reptil, múltiples brazos, y muy peligrosos. Una tendencia de estos tiempos, así como en los ’80, por ejemplo, muchos ETs tenían cualidades lumínicas.
Jon Favreau, director de Iron Man y su secuela, la tiene clara a la hora de entretener. Cuenta una historia y usa los efectos especiales de manera que no resulte empalagosa. Pero aquí no tiene un Robert Downey Jr. para sumarle carisma y encanto al resultado final. Dato curioso: el Tony Stark de la pantalla grande iba a formar parte del elenco, pero se bajó para hacer Sherlock Holmes 2.
Aunque ninguno de los dos tiene una actuación inspirada esta vez, Daniel Craig y Harrison Ford demuestran que saben interpretar a tipos recios, cínicos, pero de buen corazón y dispuestos a luchar. La química entre ambos es muy interesante; dos rivales que deben trabajar en equipo. Sin embargo, esa química no está muy explotada, ya que casi no interactúan entre ellos tanto como con el elenco secundario. Olivia Wilde deslumbra con su belleza, pero también sabe actuar, y hasta queda un poco mejor parada que sus co-protagonistas masculinos.
De los protagonistas secundarios, se destacan el gran Sam Rockwell como Doc, el sumiso cantinero que se hará fuerte, y Keith Carradine en el papel del sheriff. Ambos tenían experiencia en el western, sobre todo Keith C. Hasta actuó con sus hermanos David y Robert (y con papá John, aunque sus escenas fueron eliminadas) en La Cabalgata Infernal, obra maestra de Walter Hill.
Cowboys & Aliens no será genial, pero nunca deja de ser entretenida. Pero es cierto que podría haber estado para más.