Siendo un niño, Lucas se enamora de Ana. Su historia queda trunca: ella se muda y él le pierde el rastro. Hoy Lucas hace crucigramas y tiene una vida amoroso-sexual casi nula. Mientras tanto, su amigo Santiago tiene una cita a ciegas con Verónica que termina a los pocos segundos. La vecina de Verónica está metida en una relación secreta y bastante tóxica.