El documental de María Torrellas explora las políticas de géneros, diversidad y sexualidad en Cuba, un lugar donde las mujeres han logrado casi todo aquello por lo que en el resto del mundo seguimos luchando.
“Todas las mujeres hoy en día somos revolucionarias”. La argentina María Torrellas le brinda voz a mujeres de Cuba que, desde diferentes profesiones y lugares, comparten su mirada y experiencia sobre distintos aspectos de sus vidas. Mujeres revolucionarias porque si no lo hubiesen sido no hubiesen llegado donde están, aunque el camino todavía no haya terminado.
Para entrar en contexto, entre otras cosas, en Cuba las mujeres comparten posibilidades y condiciones laborales con los hombres, no existe el femicidio y el aborto es legal, seguro y gratuito. El film se propone además reflejar la lucha constante contra la homofobia haciendo que, en conjunto, muchas veces, Cuba parezca un lugar idílico. Y sin embargo no lo es, porque otra de las luchas es la de mantener esa situación más allá del bloqueo (económico, comercial y financiero) impuesto por los Estados Unidos.
El documental cuenta con varios testimonios que además sirven de retratos para diferentes tipos de mujeres y profesiones. Una científica, una artista, una educadora, una periodista, una cantante, una bailarina. Mujeres que han sabido inspirarse en sus propias referentes (el film presenta como heroínas a tres figuras especialmente: Haydée Santamaría, Celia Sánchez y Vilma Espin como las principales responsables de este legado) y que, gracias a la Revolución, consiguieron lo que el patriarcado les negaba. Claro que todas saben que el camino es largo y que aún queda trayecto por recorrer.
Es cierto que en su último tercio el film no puede evitar centrarse más que nada en la figura de Fidel Castro y las puertas que él abrió desde su lugar y el “Yo soy Fidel” que colma las calles.
Las políticas de géneros, diversidad y sexualidad son los principales puntos en los que elige enfocarse este documental. Siempre con la voz de mujeres y estableciendo la importancia de la educación.
A la larga, lo que hacen Torrellas y las mujeres a las que les brinda voz y espacio, es retratar parte de la historia de Cuba. Un costado de la historia que no suele ser tenido en cuenta a la hora de referirse a ese país. Y lo hace de manera ágil, entretenida y siempre interesante. Es que a nivel más técnico, estamos ante un documental bastante formal. Testimonios e imágenes de archivo o de registro con una estructura claramente definida.