Contemos historias que den miedo
Desde una radio dos locutores celebran la noche de Halloween contando diferentes historias macabras que han sucedido en la víspera. Entre calabazas, casas de suburbios decoradas para la ocasión y niños disfrazados pidiendo dulces, se desarrollan estas historias, algunas con elementos sobrenaturales, y otras que tienen como eje temas más terrenales como la venganza o la envidia.
Todas las historias tienen en común la combinación de terror y humor, con elementos absurdos y lugares comunes del género en los que se burlan y al mismo tiempo homenajean al cine de terror clase B, con un estética bizarra bien construida, ya que la película cuenta con una buena producción.
Demonios, aliens, calabazas malignas, niños en busca de venganza, y personajes de leyendas urbanas desfilan por esos relatos - algunos mejores que otros - pero que en el corto tiempo en que se desarrollan saben como enganchar al espectador, con una pequeña dosis de suspenso, bastante humor, mucha sangre, cuchillazos y tripas.
Entre las terroríficas historias se destacan "The Night Billy Raised Hell" de Darren Lynn Bousman ("El Juego del Miedo") donde un niño que golpea la puerta de un vecino con mala fama termina disfrutando de una inolvidable noche junto al mismísimo diablo; y "This Means War" de John Skipp y Andrew Kasch donde dos vecinos que comienzan una ridícula discusión por la decoración de sus casas terminan en una sangrienta lucha.
El tema de apertura compuesto por Lalo Schifrin es un gran comienzo para una seguidilla de historias entretenidas, predecibles y sangrientas, para disfrutar y asustarse un rato.