“De amor y dinero” es una buena adaptación de la novela de Patricia Highsmith (“Las dos caras de enero”) realizada por el iraní Hossein Amini (“47 Ronin”, “Drive”, entre otras) y se suma a la larga lista de películas en las que hay un gran secreto o una gran estafa. Que hace que te preguntes: ¿Qué harías cuando estás contra las cuerdas? ¿Hasta dónde llegas para ocultar ese gran secreto?
“De amor y dinero” es una película de suspenso centrado en una pareja de vacaciones en Atenas en 1962, Chester (un Viggo Mortensen avejentado pero genial, como siempre) y su esposa Colette (Kristen Dunst, haciendo de una típica buena esposa de un hombre adinerado) de paseo por Grecia se cruzan con Rydal (Oscar Isaac), un guía turístico que se dedica a estafar gente cada vez que tiene la oportunidad gracias a sus capacidades para traducir y a su conocimiento de la ciudad. Rydal se siente atraído por la pareja y sin querer entra en su vida.
Luego de una gran noche, un detective privado que viene persiguiendo a Chester (que resultó ser un estafador a mayor escala que Rydal) pone en “jaque” a la pareja haciendo que tengan que escapar y el joven turista los ayuda, transformándolo a él en cómplice de los accidentes, asesinatos y el resto de las cosas ilegales que pasarán durante el film.
La película dirigida por el guionista Hossein Amini. En sí está bien, pero mal contada o mejor dicho mal armada. Ya que pone “las pistas” para resolver la estafa de la película en momentos errados que hacen que la película fuese predecible durante todo su recorrido y más que nada al final. Sin embargo las actuaciones de Viggo Mortensen y Oscar Isaac hacen que la película sea llevadera y no te aburras. Con una correcta Kristen Dunst, que completa a la perfección este triángulo amoroso, lleno de secretos, suspenso y deseo por lo que no es suyo. Sumando a todo lo que logra Grecia visualmente, sus calles, paisajes y su gente hacen que sea una película que se deje ver.