Una buena cantidad de interesantes pasos creativos le permitieron al actor y director Esteban Menis convertirse en una figura de culto. Basta con chequear el largometraje Incómodos, los videos de Lloro de felicidad y la serie Eléctrica, que también llevó al teatro. Lo suyo es un humor actual, con mucho de sátira, de observación, y que aprovecha las posibilidades de las redes sociales. Pero no suele incursionar en producciones de otros directores, o por lo menos no con amplia participación. En De la noche a la mañana tiene la oportunidad de desplegar su capacidad interpretativa.
Menis compone a Ignacio Roma, un humilde arquitecto y profesor universitario al que la rutina le cambia cuando su pareja anuncia que está embarazada. Como una manera de escapar de la situación, inventa un repentino viaje a Valparaíso, con la excusa de disertar en la universidad de esa ciudad chilena. Al principio, las cosas le salen mal (con pérdidas de equipaje y robos incluidos), pero pronto se topará con personas y posibilidades que podrían cambiarle la vida. Esto hace que la cabeza de Ignacio siga siendo un auténtico pantano de dilemas.
Rodada mayormente en Chile, la nueva película de Manuel Ferrari nos permite acompañar a este antihéroe contemporáneo, que se la pasa acosado por sus miedos y conflictos internos, aunque nunca deja de ser entrañable. Su limitada capacidad para lidiar con determinadas cuestiones provocan los mejores gags, como cuando compra varios test de embarazo para sacarse la duda o el temor permanente a terremotos y otras catástrofes naturales. Pero ni Ferrari ni sus coguionistas (incluyendo al director Gabriel Medina) se ríen jamás del personaje. De hecho, a través de la comedia -comedia dramática, en este caso-, saben explorar las dificultades emocionales de un hombre en un momento crucial de su vida y de su carrera.
Otro logro del director es mostrar Valparaíso evitando las postales, aun cuando durante algunas escenas podría haber caído en ese recurso. Por el contrario, la puesta en escena es funcional a la trama y reflejan los distintos estados emocionales del protagonista (y no solamente cuando se produce temblores).
De la noche a la mañana es la historia sobre el paso decisivo hacia la madurez, y sobre el temor de dar ese paso. Además, le saca el jugo a Menis, al que le sobran cualidades para sostener él solo una película.