Estamos no sólo ante la peor película de Peter Jackson, también es uno de esos films que a los pocos minutos se vuelven francamente insoportables. Desde mi cielo (The Lovely Bones, 2009) intenta refritar la atmósfera y el tópico “crisis adolescente en un contexto trágico” de la recordada Criaturas celestiales (Heavenly Creatures, 1994), pero termina confirmando que King Kong (2005) no fue un accidente: esperemos que este declive creativo no se transforme en un período de decadencia. La propuesta es pomposa casi en todo momento, está llena de imbecilidades, aburre a fuerza de lugares comunes, carece de imaginación y pretende manipular al espectador con una inocencia que genera tanta risa como asco. El realizador no se decide por ninguna línea argumental, desaprovecha al personaje de Mark Wahlberg y abusa de un tono narrativo monocorde, siempre entre afligido, meloso y alegórico. Aquí los únicos elementos rescatables son el acento de Stanley Tucci, la maravillosa participación de Susan Sarandon y el vinilo que se ve por ahí del primero de Black Sabbath...