Desearás al hombre de tu hermana: La búsqueda acuciada por lo vedado.
“La poesía nace con el exceso, la desmesura, con la búsqueda acuciada por lo vedado”.
Aimé Fernand David Césaire.
Estamos ante un filme que no podremos catalogar fácilmente, tal vez la descripción del mismo sea una manera de conjugar géneros, pero es tal la revolución y el exceso que utiliza que tiendo a creer que solo podremos hacer hincapié en la valentía de su propuesta. En el inicio somos testigos del primer orgasmo de una niña, uno que tiene mientras mira la televisión con su hermana. Tal es el paroxismo de la pequeña que cae desmayada para disgusto de la otra que grita por su madre. Cuando ella aparece, la madre, carga con una enorme serpiente en su cuerpo. Esta es la historia de Ofelia, lucía y Carmen, la visión que ellas tienen sobre la sexualidad y el erotismo, conjugada con el pensamiento de que entonces se tenía del mismo, hablamos de los años sesenta/setentas, tiempos de una liberación que chocó de frente con el conservadurismo de países como el nuestro.
Diego Kaplan dirige esta cinta en la que somos testigos no solo del despertar sexual de estas hermanas, sino que también a lo que las conduce su comportamiento, nada extraordinario en ello, sí en la particular visión que este director crea. Con una esmerada y realmente preciosa puesta hará de este melodrama (?) una montaña rusa de sensaciones. Ellas son el esquema de tres percepciones, la jugada que hace de su sexualidad un disfrute, la convencional que solo lo ve como parte de su relación, con ese coito interruptus que carga por no haber sabido comprender el despertar sexual de su hermana y la madre, una potente Andrea frigerio, que representa ese intermedio entre generaciones, criatura hija de una época que concluye y todavía lo bastante asustada como para no seguir abrazando ciertos mandatos sociales.
El reencuentro de las hermanas, durante la boda de una de ellas, es el disparador y los hombres los objetos que las hará retoman viejas rencillas familiares, fantasmas que una ha construido alrededor de la otra, mientras que el verdadero conflicto es la aceptación de la propia sexualidad y su exploración sin tapujos. Atreverse, es la consigna que Ofelia, una interesante Carolina Ardohain, propone y que Lucía, maravillosa Mónica Antonópulos, arrastra con pudor y convencionalismo.
La manera en que narran el erotismo, el sexo y cierta perversión de ellas, más complementada con ciertos guiños cómicos, hacen de este filme una valiente aproximación a la sexualidad femenina, a los modos en que ellas encaran el erotismo, hace de esta película una valiente y preciosa, en lo visual, entrega que le estaba faltando al cine nacional. Libertad de narrar, valentía en mostrar a la mujer como una criatura capaz de gozar y divertirse con ello.
En las entrevistas que realizamos al director y la guionista, Erika Halvorsen, ellos hablaban de esto, la libertad no solo creativa en una puesta fílmica, sino que también en la posibilidad de adentrarnos en los deseos femeninos sin tapujos, ni prejuicios. Estamos de acuerdo, porque reír y disfrutar con estas pautas es un hecho en Desearás… Ojalá no sea la última vez que nos atrevemos a esto.
Pd: Un apartado especial merece la composición del soundtrack realizado por Iván Wyszogrod que recrea los ritmos de aquella década, otro de los hallazgos de esta interesante y más que recomendable cinta.