Bueno, breve y bello
La ópera prima del director Pablo Brusa actúa como un western pero al mismo tiempo como un disparador de varias temáticas que tocan de cerca a los argentinos
Ya de entrada, Desertor es un film que busca imitar al western como ya lo han hecho otros tantos films de manufactura nacional –sin ir más lejos Aballay el hombre sin miedo (2010) o El hijo de Dios (2016)- y lo logra de cierta manera. Pero lo que realmente consigue este film, ópera prima de Pablo Brusa (de la serie La Purga) es despertar ciertos conceptos que inquietan sobremanera a algunos argentinos.
Ya desde el guion, la historia llama la atención. Rafael Márquez (Santiago Racca, del grupo Fuerza Bruta) es un joven que se está formando como médico militar en un regimiento de montaña. Márquez carga con la deshonra de tener un padre considerado “desertor” por el ejército, pero logra sobrellevar su carrera dignamente.