La directora Sabrina Farji (Eva y Lola y Cuando ella saltó) presenta Desmadre, fragmentos de una relación, un documental autobiográfico que profundiza en la relación entre madres e hijas.
Con su núcleo familiar como punto de partida, Sabrina Farji ahonda en la relación entre madres e hijas. Junto a su madre y a sus dos hijas, la cineasta emprende un viaje a Paraná (Entre Ríos), provincia natal de la mayor de las cuatro. La cámara, como si fuese un espectador más, sigue el recorrido que realiza este grupo de mujeres. A lo largo de la película se las verá reír, discutir, conversar de cosas serias y de cosas mundanas. En síntesis: se verá, de una forma completamente natural y directa, la relación que la cineasta mantiene tanto con su madre como con sus hijas.
A pesar de que el foco está puesto en su propio núcleo familiar, Farji también incluirá el testimonio de otras personas. Con un fondo completamente negro y mediante la utilización de primeros planos, mujeres posarán frente a la cámara para hablar de su propia experiencia personal. Ellas contarán la relación con sus madres, pero también hablarán de la relación que mantienen con sus hijas. Esto permite ver las similitudes que se repiten en los diferentes casos, pero también muestra que “cada familia es un mundo”.
Para darle otro punto de vista al documental -ya que la mayoría de los testimonios se dan desde un lado emocional/sentimental-, Desmadre… también cuenta con las opiniones de diferentes especialistas. Una psicóloga explicará, desde el punto de vista académico, este vínculo que algunos llaman “incondicional”. Como otra voz extra, Sabrina Farji también acude a un tarotista para que reflexione sobre el vínculo madre-hija, en donde se focalizará principalmente la relación que la cineasta mantiene con su hija mayor.
Un error de Desmadre… es que por momentos peca por glorificar este tipo de relación. Más allá de que se muestran algunas peleas, todos los testimonios que se muestran en pantalla son de mujeres que, pese a algún que otro inconveniente (mamá testaruda, mamá gritona), tienen una relación perfecta con su progenitora, cuestión que en muchos casos dista de la realidad.