Sin novedad en el frente
A veinte años de la película original, gran parte del elenco se reúne para este revival con poca gracia que en esta ocasión anuncian una vuelta más cercana en el tiempo.
Parece increíble pero es la realidad: pasaron ya veinte años desde el estreno de Día de la Independencia, ese conglomerado cinematográfico que en tan sólo dos horas aunaba efectos especiales de última generación, chistes light, patriotismo yanqui, lugares comunes a más no poder y la casa blanca estallando por los aires, todo ello sazonado con las presencias estelares de Jeff Goldblum y Will Smith reafirmándose como el nuevo rey midas del "tanque del verano" boreal.
Pero claro, era 1996 y el director alemán Roland Emmerich, que había saltado a la fama hacía poco tiempo con Stargate la Puerta del Tiempo (1994), era el niño mimado de Hollywood. Sin embargo, con veinte años más y una decena de filmes más sobre su espalda –cinco de los cuales presentan las mismas características- esta secuela llama la atención porque atrasa por lo menos una década y media en cuanto a la idea y su realización.
El realizador, que se caracteriza por estar al día en lo que se refiere a utilizar efectos digitalizados de gran realismo, no ha avanzado nada en sus conceptos de cine. Día de la Independencia El Contraataque no presenta novedades con respecto a la anterior entrega, salvo la ausencia de Will Smith y la presencia de un grupo de actores jóvenes que vendrían a representar a los niños ya crecidos de la original y la revolución tecnológica en la que se ha visto sumida la Tierra desde el final de la última invasión.
En esta ocasión, los extraterrestres regresan a la órbita planetaria con el objetivo de cobrarse venganza por la humillante derrota que sufrieron veinte años atrás y emprenden una guerra relámpago que no le da a las autoridades más que unas horas para salir adelante.
Por supuesto que, fiel a su estilo, el director (y también guionista junto a... ¡cuatro personas más!) abre un gran abanico de historias corales que giran en torno al descubrimiento por parte del Dr.David Levinson (Goldblum) de una manera de descifrar el lenguaje de los extraterrestres, lo que lleva a la ubicación de una nave de otra raza que podría traer la clave de la victoria sobre esta nueva tanda de invasores.
Sin embargo, lo que podría ser una carrera contra el tiempo frenética y llena de referencias a la ciencia ficción, se convierte en una película que, si bien avanza, se queda en sentimentalismos que ya hemos visto una y mil veces: las personas que sacrifican sus vidas para salvar al mundo, los discursos motivadores sobre la libertad (liberalismo), los golpes bajos a raíz de la muerte de familiares cercanos y sus beneficios y los soldados que se enfrentan a aliens de hasta tres metros a puñetazo limpio.
Pero la peor parte se la lleva el público al final, cuando se revela que este revival de Día de la Independencia responde a un interés de 20th Century Fox de crear su nueva Star Wars, luego de que Disney le "arrebatara" la distribución de esos filmes a raíz de haber comprado la empresa Lucasfilm.
De esta manera, aquellos que logren sobrevivir a esta experiencia (sobre) cargada de fx, podrán "disfrutar" en breve de una incursión humana para "patear traseros extraterrestres", como anticipa uno de los personajes principales.
En definitiva, si usted no tiene mayores pretensiones a la hora de ver un "tanque" Día de la Independencia Contraataque es su película de este fin de semana. Si por el contrario, busca algo que pueda sorprenderlo o que desafíe de alguna manera su intelecto, hay más de una decena de filmes en la cartelera que pueden cumplir ampliamente con este requisito.
Buena suerte en ambos casos.