Luego de 20 años llega a los cines la secula del "Día de la independencia", película protagonizada por un montón de personas, pero sin Will Smith. En el cast contamos con la presencia de caras viejas como las de Jeff Goldblum, Bill Pullman, Brent Spiner, Judd Hirsch y Vivica A. Fox, y con caras nuevas como las de Maika Monroe, Liam Hemsworth y Jessie T. Usher. Estos últimos tres son "hijos de.." y son los que deberían hacer avanzar la trama, pero eso no pasa.
El mayor problema de esta película es la cantidad de personajes que tiene. Hay muchos, y todos tienen algo que aportar. Eso hace que tampoco te puedas centrar en uno y decir: "bueno, quiero que este gane, quiero llorar con sus problemas y ponerme nervioso cuando este esté en peligro". No tienen nada de malo los personajes “nuevos” porque son buenos actores, tienen algunas líneas divertidas, pero no llegas a conectar con nadie. Siento que están los tres muy desaprovechados, quizás, podrían haber hecho una película en la que Jake, Dylan y Patricia, tengan que toda la atención, pero quisieron repetir la fórmula de la primera y ahí fallaron.