Diario de un seductor tiene un buen comienzo pero ya cerca de los 30 minutos el relato empieza a perder rumbo y va decayendo el interés. Posiblemente con media hora menos el resultado final hubiera sido mucho mejor.
El título que le han puesto en la Argentina es bien tramposo y nada tiene que ver con el verdadero ya que seguramente el que lo ingenió...