Nicolás (interpretado por Fabrice Eboué quien además escribe y dirige) es un productor de música que por un error que comete que casi le cobra el trabajo, le ponen un deadline: tiene que conseguir una banda que llene el teatro Olympia de París, y para eso tiene seis meses. En medio de la búsqueda de un nuevo artista o banda se topa con varios productos musicales pero ninguno de su agrado.
Hasta que se le ocurre la genial idea de armar una banda con tres tipos de religiosos distintos: un sacerdote, un rabino y un imam.
La premisa de "Dios los cría…" no puede ser más simple. Juntar a un grupo de gente muy distinta entre sí y forzarlos a pasar un tiempo juntos (en este caso, en medio de una especie de roadtrip) con un mismo objetivo en común. Porque además de venir de religiones muy distintas, también son distintas las personalidades de cada uno.
Ellas van generando situaciones y encuentros poco favorables y que dan lugar a varias escenas graciosas, o que pretenden serlo. Cada uno de estos personajes está claramente delineado pero carecen de una mayor profundidad, no son muy dimensionales y así, cada uno de sus conflictos, se terminan resolviendo de manera bastante simple. El humor al que apuesta esta película parece ser más proveniente del cine norteamericano que del francés.
Con algunas excepciones, en general el humor resulta algo obvio y esperable. Eso sí, apuesta a la irreverencia, a lo políticamente incorrecto y es que, por supuesto, el tema de las religiones da mucho pie a esas cosas, brinda mucho material.
En cuanto a la trama, ésta se torna tan predecible como podríamos imaginar. Todos terminarán llevándose mejor una vez que se conozcan mejor, habrá algún encuentro amoroso en el medio (además de los hombres, viaja la ayudante, una mujer que ya parece algo cansada de saltar de cama en cama buscando al hombre de su vida y, sorpresa, quizás aparezca acá y en el menos esperado), y tendrán que aprender a sobrellevar el éxito si quieren que el grupo funcione.
Además, como podríamos suponer, la idea del film es dejar un mensaje de tolerancia entre las diferentes religiones. Si bien nunca aburre, "Dios los cría… " carece de sorpresa y de ingenio en su mayor parte.
Estamos ante un producto básico, ligero, sin muchas más pretensiones, es cierto, pero donde cuesta encontrar algo que nos quede impregnado. Bueno, hay que reconocer que el hit (cuyo título es el nombre original de la película) que los lleva de prepo a la cima termina resultando más pegadizo de lo que quisiéramos.