Cuando la estaba viendo moría de risa, de a ratos me perdía en el drama, por otros momentos me preguntaba cómo puede tener una cantidad tan grande de recursos, por otros veía las geniales interpretaciones de los secundarios, sobre todo. Es que Tarantino es así, nos lleva a un mundo que hace homenaje a las construcciones de otros pero le da su propio sello. El resultado, me dejó tan sorprendida y maravillada, que estaba tan muda como la D de Django.
El western es el primer género cinematográfico. Es el único que no tiene una base en la novela literaria ni en el teatro y por eso será que siempre tiene la mejor fotografía: nació para ser visto. Amén de lo pintoresco del sur previo a la Guerra de Secesión, vamos desde las montañas hasta las praderas con ese gran plano general donde vemos pasar en hilera a los personajes a contraluz. No importa donde estés, ese tipo de imágenes te llevan a ese maravillo lejano oesteChristoph Waltz vuelve a construir un maravilloso secundario de la mano de Tarantino poniéndose en la piel de este dentista que se dedica a ser un caza recompensas.
Es un hombre que aparentemente no tiene moral (típico del western), pero adopta a Django una vez que le da su libertad. Será él quien de forma al personaje principal y el que nos lleve a otro gran personaje secundario: Candie. Leonardo DiCaprio está tan bien como este chico malcriado, cruel y caprichoso que no me alcanzan las palabras para contarles.
No puedo seguir de hablando de una película de Quentin sin hablar de otros dos de sus grandes sellos: el guión y la banda sonora. Antes que nada la banda sonora no es solo la música, sino todos los sonidos del audiovisual. Amén de la maravillosa música que siempre encuentra, tiene una colección tan grande de sonidos incidentales (como látigos que suenan como disparos) que potencian aún más lo visual.
Y el guión es maravilloso, lleno del humor de la mala leche que caracteriza a este genio (cuando vean la escena de las máscaras del KKK se van a acordar de esto) y que no tiene problema de construir después un drama profundo y una búsqueda que da base a todo lo que vemos frente a pantalla.
Está bien, le sobran un par de minutos. Estamos de acuerdo que los miembros volando y la desdramatización de la violencia son recursos de los que abusa a veces pero honestamente, no podía dejar de verla maravillada. De lo mejor que he visto del gran señor T. IMPERDIBLE