Es el regreso del director Sam Raimi (Spider-Man,Evil Dead).
¿De qué va?: Viaje a lo desconocido con el Doctor Strange, quien, con la ayuda de tantos antiguos como nuevos aliados místicos, recorre las complejas y peligrosas realidades alternativas del multiverso para enfrentarse a un nuevo y misterioso adversario.
Como lector de cómic que soy, me siento muy interpelado por el cine de superhéroes, porque pienso que no estoy haciendo una lectura correcta del contenido al que me someto cuando estoy en el cine viendo una película sobre ellos. Pero vamos a intentar hacer lo mejor posible.
Al Doctor, la mayoría lo conocerá por su participación en el Marvel Cinematic Universe (MCU). Para el que no sepa, este personaje fue creado en 1963 por Steve Ditko y Stan Lee, apareciendo por primera vez en el Strange Tales #110 y desde ese momento fue visto prácticamente regularmente con algún que otro corte en cómics, hasta su salto a la gran pantalla volviéndose ídolo de todos.
Las películas de Marvel, sin dudas se han transformado en todo un fenómeno, pude verlo a pleno en el estreno de esta película, va mas allá de ir al cine, ya son un evento, gente sacando anticipadas con meses de anticipación, sin hablar de los que va disfrazados de algún personaje de la película. Podríamos llamar a este nuevo fenómeno la “democratización de los superhéroes”. Antes era algo muy de nicho y ahora es masivo, aunque en gran parte este fanatismo sea por las películas y no tanto por los cómics en sí.
Tan solo tuvimos que esperar 6 años para la secuela, allá por el 2016 el director Scott Derrickson nos introducía la magia al MCU y nos explicaba cómo funcionaba todo esto. La película me gustó, pienso que está todo dentro la línea que nos viene proponiendo este tipo de cine, a pesar que no se vio el estilo del director impregnado en la obra, creo que así y todo el resultado fue positivo. No quiero generar un debate sobre el estilo y su impacto en la obra, porque llevaría mucho tiempo, pero hay que reconocer que es algo que Marvel no le gustaba mucho, por eso Edgar Wright renunció a la dirección de Ant-Man debido a diferencias creativas y recién ahora está soltando un poco más las manos sobre el control de sus obras, como ya lo vimos en los Eternos de Zao, donde su estilo está presente.
Lo mismo sucede con esta película, San Raimi tuvo exigencias sobre el control creativo, ya que es un director como mucha personalidad y con un estilo muy característico, tan solo con mirar algunos de sus films, ya sea The Evil Dead de 1981 o Drag Me To The Hell del 2009, vamos a ver como varios elementos están presentes en esta nueva entrega del Doctor. Raimi tiene un concepto bastante único sobre el terror, no todo es susto por sobresalto, tiene una gran capacidad para la creación de los personajes y para dotarlos de vida haciendo que empaticemos con ellos. Por otro lado, también tenemos una narrativa más estable que hace que el espectador esté en constante alerta. No me quiero olvidar de unos de los elementos fundamentales de su cine, que es el humor a través de lo irreverente. Su cine está lleno de escenas que empiezan con un tono de terror, pero terminan en humor, un recurso muy característico que vamos a ver en esta película. No nos olvidemos que la elección de Danny Elfman para componer la música es fundamental, ya que vienen trabajando hace tiempo juntos y se entienden a la perfección, por eso la música en Strange es tan certera.
Vamos sobre la trama, uno de los problemas que veo en ella es su directa conexión con WandaVision. Para las personas que no vieran esta serie le va a ser difícil conectar con Wanda, sacando esto, la película está bastante auto-contenida en sí misma y no se requiere mucho más conocimiento para su entendimiento. A pesar de tener como trama el multiverso en un principio pensé que estaría conectado a todas las películas de MCU, pero esto no fue así y se entiende todo bastante bien, con un guión fluido y ameno.
No me quiero extender hablando de Benedict Cumberbatch y Elizabeth Olsen sobre su excelencia en la pantalla, pero sí quiero destacar a Xochitl Gomez, la recién llegada al UCM en el papel de América Chavez, quedé encantado con su performance y como entendió al personaje, una actuación ligera pero segura, se mostró despreocupada ante la pantalla, aun estando al lado de los gigantes de la actuación.
En conclusión, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura es muy buena y es una muestra que se puede hacer algo distinto dentro del cine de superhéroes, fusionándolo con otros géneros y obteniendo resultados igual de buenos que haciendo algo más de laboratorio.