Robert Downey Jr. se apodera nuevamente de la pantalla grande con un nuevo rol – algo clásico – en su haber. Actor versátil y dispuesto a tomar riesgos Downey Jr. siempre sorprende… pero claro, con los riesgos llegan los triunfos y también los fracasos y he aquí: Dolittle.
Lejos de coincidir con Eddie Murphy y su Dolittle del año 1998, esta nueva mirada del veterinario de animales no genera interés alguno desde la primer escena (sin contar la introducción). Aquí se nos presenta un Dolittle payaso que lucha con sus demonios internos tras la muerte de su esposa 7 años antes de los hechos de esta película. ¿Cómo es posible generar simpatía por un personaje desde un principio si se lo presenta de modo ridículo y esperan que se lo tome en serio? Downey Jr. por más entrega con acento Galés que le ponga al proyecto termina siendo una caricatura protagónica irritante y sí, el prestigioso actor es lo peor de la película. Hay que agregar que el resto de sus colegas de carne y hueso pasan sin pena ni gloria.
Un compendio de actores prestan sus voces para interpretar a los compañeros de viaje de Dolittle, no obstante muy pocos de ellos sobresale positivamente. Emma Thompson, John Cena y Craig Robinson son los encargados de elevar situaciones (Ralph Finnes cae directo en lo ridículo); pero de todos ellos es particularmente Robinson quien administra la dosis de humor necesario para que esta aventura no se caiga a pedazos. De remate: su personaje se siente totalmente desconectado de la aventura.
Stephen Gaghan dirige de forma absurda y su película se siente incompleta y sosa con sus 100 minutos de duración. Además Dolittle es lenta en todo su desarrollo y cambia frenéticamente su tono (no sabe lo que realmente quiere ser); Gaghan y compañia no consiguen centrar la trama y tampoco el interés del espectador al resumir los conflictos con un mero: todos felices!. No hay nada de interesante en esta película y las oportunidades se desperdician una tras otra. El clavo final: Hay un análisis rectal a cierta criatura mitológica.
Lamentablemente Dolittle solamente presenta un nuevo golpe bajo para Robert Downey Jr; la idea esperanzadora de una nueva saga sobre el doctor de animales queda resumida en un fallido intento con mucho potencial. Después de presenciar Dolittle queda una sola cosa en la cabeza: Aquel rol salvador heroico ¿terminó siendo la perdición del actor? ¿Se lo comió su interpretación? el tiempo nos lo dirá. Valoración: Mala.