Cuatro amigos de toda la vida, que ya se encuentran rondando los cuarenta años, son exitosos profesionales que aparentemente se han conformado con lo que la vida les brindó a cambio de sus esfuerzos. Diego y Emilia tienen una vida familiar organizada, Richard y Betina llevan una vida más relajada. Sin embargo hay un pequeño (gran) detalle que los diferencia aún más: la segunda pareja les confiesa que son swingers y que les gustaría compartir esa práctica con ellos. Las fantasías de Emilia crecen al instante y el temor de Diego a esta nueva experiencia se hace insostenible. ¿Qué estarían dispuestos a hacer para cumplir los deseos de sus parejas?
Bajo la dirección de Diego Kaplan (“Igualita a mi”), Dos más dos tiene como protagonista excluyente a Adrián Suar, quien una vez más reafirma su condición de buen humorista, con un timing preciso para los remates y la dosis justa de morisquetas para sacar carcajadas a la platea. Apuntalado con solvencia por Julieta Díaz (la escena en la que confiesa sus fantasías a su marido no tiene desperdicio), Carla Peterson (excelente en su rol de diosa de la sexualidad new age) y Juan Minujín (divertido, relajado y seductor sin aparentar esfuerzo), el único percance de la película es el giro melodramático por el que apostaron en sus últimos minutos. La comedia pura pasa al romance edulcorado, perdiendo espontaneidad y frescura.