Documental en clave de road movie en donde, hábilmente, se desnuda el hermoso vínculo entre dos artistas y se unen dos países a partir de anécdotas, melodías, presentaciones, y, principalmente, caminos.
Una road movie entre dos músicos. El maestro y el discípulo. Un camino para reconstruir ese otro viaje del veterano guitarrista Lucio Yanel y que tanto influyó sobre el virtuoso y prodigioso Yamandú Costa. Una cámara registra los comentarios de viajes, los recuerdos, las interacciones. Y por sobre todo los limites borrosos que siempre parecieron separar el desarrollo cultural de dos países vecinos y en apariencia distantes o indiferentes al devenir musical y sus influencias. Y por supuesto están los maravillosos momentos musicales en las pausas del camino, el encuentro con vecinos, las actuaciones asombrosas y virtuosas. Pablo Francischelli ha logrado plasmar esa relación en momentos íntimos, de aire casual donde se ponen de acuerdo o disienten dos talentos, diferenciados por el origen y la edad, hermanados por el talento y sus guitarras. Cuando tocan a dúo la magia fluye, contagia y gratifica.
Guitarras que atraviesan músicas y fronteras Dos tiempos, el tercer documental del director argentino-brasileño Pablo Francischelli (el primero en solitario luego de los realizados en dupla con el realizador y productor Caio Jobim) llega este jueves a los cines. Dos guitarras atraviesan el documental dirigido por Francischelli: Lucio Yanel y Yamandú Costa son los músicos protagonistas de esta historia que retrata un momento importante en el contexto del transcurrir viajero de los guitarristas. La película sigue el viaje de Yanel y Costa en su recorrido para asistir a la Fiesta del Chamamé. Las diferencias generacionales, la brecha de la edad y las miradas diferentes sobre la vida forman parte de la reunión. El equilibrio es una de las más importantes facetas en esta producción a modo de road-docu que procura poner el acento en el vínculo entre los protagonistas por fuera de la presencia de la música como acompañamiento acorde en las manos de sus amables y talentosos intérpretes. Las diferencias y los puntos de contacto son tan cercanos como sus identidades, y se ponen de manifiesto a partir de las formas de Yanel, músico nacido en Corrientes en 1946, pero radicado en Brasil; y Costa, nacido en Passo Fundo en 1980. En Dos tiempos, las idas y vueltas, las historias, cierta forma del humor en la convivencia durante un viaje que se presume intenso, son de la partida en esta muy buena y disfrutable crónica.
Hoy, en películas que no le importan a nadie, se estrena Dos tiempos, una coproducción entre Argentina y Brasil que aunque esté poblada de buenas intenciones es incapaz de presentar algún interés real en las personas que no conozcan a fondo el tema elegido. Ironías aparte, que una película le importe a alguien es algo que no sólo depende del tema, sino de la forma en la cual el realizador genera ese interés. Más de tres décadas después de un primer encuentro que ha cambiado la vida de ambos, el veterano guitarrista argentino Lucio Yanel y su discípulo Yamandu Costa se reencuentran en un viaje que reconstruye el camino recorrido por Yanel hacia Brasil en los años 80. Ambos hombres, solos en la ruta con sus guitarras y memorias, cruzan la frontera del sur de Brasil hasta llegar a Corrientes -donde nació Lucio Yanel- observando o reflexionando sobre los cambios que se han producido con el tiempo. Largos planos de diálogos que no aportan nada son una falla absoluta. Todos los seres humanos podrían contar sus historias, se deberían hacer películas sobre todas ellas entonces. Solo un experto en esa música o un espectador con un paternalismo excesivo puede sacarle a este documental algún valor que justifique su visión. Sin que esto sea interpretado como un comentario político, hay que decir que es un misterio que se consiga financiamiento para estos proyectos. Buenos o malos, no van a ninguna parte. Festejo el empuje del director para conseguir financiamiento. Un documental completamente clásico, con una voz en off, con una guía más generosa, podría haber logrado un efecto de difusión de estos músicos mucho mayor. Pero esa no fue la intención de la película, que se conforma con servir a su propio círculo y nada más. Son elecciones. Una pena, en particular cuando se trata de recuperar a dos músicos y su trabajo.
Crítica de “Dos tiempos” Un documental de Pablo Francischelli El jueves 18 de agosto se presenta en el cine Gaumont el documental “Dos tiempos”, el tercer largometraje del director argentino -brasileño Pablo Francischelli. Un viaje de reencuentro entre el reconocido guitarrista argentino Lucio Yanel y su talentoso discípulo Yamandu Costa. Los artistas subidos a una motorhome transitan la ruta que separa el sur de Brasil con el norte argentino. Entre mates y algunas paradas de descanso, que siempre son el pretexto ideal para tomar la guitarra y hacerla brillar, conversan sobre la fama, el fracaso, el destino y la fe, haciendo de este documental una road movie, tan interesante como encantadora. De esta manera, maestro y alumno inician una travesía a la inversa de aquel viaje realizado hace 35 años atrás por el músico correntino Yanel. Ocasión que lo convirtió en el gran motivador del brasileño Costa, quién a partir de allí se dedicó a desarrollar su innato talento con la guitarra, transformándose en uno de los grandes exponentes de la música en su país y en referente mundial por su amplia creatividad y su técnica absolutamente perfecta. La excusa de este recorrido rutero es la presentación de ambos en el festival Nacional del Chamamé, en Corrientes. Mientras realizan el trayecto surgen historias del pasado, el inicio de su relación y la evocación de otros personajes, amigos y músicos que fueron importantes en el camino musical de Yanel. Una muestra sincera y cabal de cómo se difuminan las fronteras a través del arte de la música, al mismo tiempo que las distintas culturas se encuentran para fusionarse. En definitiva, un fascinante film que ensambla el arte visual propuesto por las escenas documentales y el arte musical, donde la estructura narrativa se desarrolla mediante la compañía intima de una cámara, que sigue los pasos de los protagonistas por los diversos lugares, como ensayos y encuentros entre amigos. Sin la necesidad de una voz en off que guíe el relato, ya que la película fluye, entre bellas imágenes y maravillosas melodías, que regalan el director desde su dispositivo de vídeo, como Yanel y Yamandu desde sus guitarras.
Un viaje musical de Lúcio Yanel y Yamandu Costa Pablo Francischelli realiza un documental de contrastes y encuentros entre el veterano guitarrista argentino Lúcio Yanel y su discípulo brasileño Yamandu Costa. Dos tiempos (Dois Tempos, 2022) es un documental pero también es una road movie, aunque sobre todo, es un musical. Porque la música folclórica articula el viaje de los personajes del sur de Brasil al norte argentino. Lúcio Yanel nació en Corrientes, Argentina, el 2 de mayo de 1946. A los 76 años es un guitarrista, cantante, compositor, actor y folclorista argentino radicado en Brasil, considerado “Maestro de la guitarra pampeana” y uno de los máximos exponentes de la guitarra solista en la música regional de Rio Grande Do Sul. Yamandu Costa nació en Passo Fundo el 24 de enero de 1980. Con 42 años es un guitarrista y compositor brasileño que se destaca en la guitarra clásica de siete cuerdas. Es considerado uno de los más talentosos guitarristas brasileños y una referencia mundial. Ha compartido escenarios por todo el mundo con artistas de la talla de Bob McFerrin, Melody Gardot y Baden Powell, entre otros. Acaba de recibir un Grammy Latino al mejor álbum instrumental. El éxito y el fracaso, la juventud y la vejez, la memoria y el olvido, la vida y la muerte, son los temas que se desprenden de las conversaciones entre ambos. Anécdotas y recuerdos surgen en Lúcio Yanel al regresar a su Corrientes natal. La película es también un viaje en el tiempo a la influencia musical del chamamé en el sur de Brasil. Un viaje de paisajes y culturas musicalizadas por el maestro y su mejor alumno en este trayecto por el norte argentino con destino en varios conciertos. Como en toda road movie, el periplo promueve un aprendizaje que el realizador Francischelli retrata con creatividad, emoción y un agradable sentido del humor.