Spaghetti. Pizza. A la napolitana. Además de hacérsenos agua la boca, inevitablemente esas comidas nos trasladan a Italia. Porque a un lugar no se lo conoce sólo caminándolo, sino a través de su gastronomía. Y para eso no siempre es necesario viajar miles de kilómetros.
Argentina está llena de descendientes de inmigrantes italianos. Y muchos de ellos intentan mantener sus raíces a través de la gastronomía. Entonces creemos conocer Italia aunque sea a través de su comida.
¿Y si de repente nos enteramos que no todo era como creíamos? ¿Y si el asado fue un invento italiano, como afirma alguien en la película?
Preguntas que a veces tienen más de una respuesta, contradictorias tal vez. En "E IlCibo Va", el viaje de la comida italiana, la directora Mercedes Córdova abarca y estudia la importancia de la comida italiana y para eso utiliza testimonios y experiencias que provienen especialmente de dos sitios fuera de Italia y al mismo tiempo llena de italianos: Buenos Aires y Nueva York.
Y en ese viaje se encuentra con varias revelaciones y otras tantas contradicciones. Así, por ejemplo, una joven se jacta de mantener viva la tradición cocinando los spaghetti con albóndigas de su abuela italiana sólo para que después escuchemos el testimonio de un mismísimo italiano que asegura que en su país nadie come ese plato.
Con algo de contenido histórico y social de introducción, Córdova entrevista y recorre restaurantes, casas y mercados y recopila testimonios que dejan en evidencia que el tiempo es muchas veces el encargado de construir mitos y preconceptos. Los italianos más puristas no aceptan que se le llame comida italiana a aquello que no está hecha con productos cien por ciento italianos, porque no es lo mismo el queso parmesano que el parmegiano.
O incluso deschavan que platos tan famosos como las pastas a la carbonara no son acá elaborados como originalmente lo son en su país.
El documental escrito por Alessandro Di Nuzzo, Santiago Hadida y Fisher Heike, que después de estrenarse en el Festival de Cine de San Sebastián tuvo su exitoso paso por el reciente BAFICI, explora la importancia de la comida en la inmigración; “Un grupo de inmigrantes se ha integrado cuando la sociedad receptora empieza a comer la comida de los migrantes y las reconoce como nuestras”.
A la manera tradicional del documental, sin grandes artilugios, E IlCibo Va además de indagar y cuestionarse a través de diferentes voces y por lo tanto diferentes posturas, celebra ante todo la comida no sólo como alimento sino como excusa para reunirse, como una costumbre que no estamos dispuestos a perder. Y eso es algo universal.