Depredadores al acecho.
Frente a una película como El Abogado del Crimen (The Counselor, 2013) no queda más que sincerarnos y dar rienda suelta a la perplejidad: ¿quién hubiese pensado que un realizador con el pedigrí de Ridley Scott podría encarar un proyecto con las peculiaridades del que hoy nos ocupa? A decir verdad, el británico nunca se caracterizó por las sutilezas narrativas, casi siempre optó por propuestas “tradicionales” y este thriller criminal con toques sardónicos parece no estar dentro de su rango habitual. Pero antes de profundizar en los resultados concretos de la presente hazaña, conviene aclarar que el cineasta filmó el guión de Cormac McCarthy tal cual como estaba escrito, en una actitud que podemos atribuir tanto al respeto como a su notorio desinterés en cuanto al desarrollo de personajes...