Retro aggiornado
La nueva película del director de Sherlock Holmes logra capturar el espíritu de la serie televisiva y le agrega un trabajo excepcional de cámaras y actores que hace olvidar eso de que “todo tiempo pasado fue mejor”
En esta época de revivals y adaptaciones de obras diversas a las que la industria de Hollywood ha acostumbrado a los consumidores de filmes, siempre es de agradecer que por lo menos uno de los directores a los que asignan este tipo de trabajos se tome su responsabilidad en serio y lleva adelante un film como "El Agente de C.I.P.O.L."
El filme, producido por Warner Bros. está basado en la serie homónima que protagonizaron Robert Vaugh y David McCallum entre los años 1964 y 1968, aunque actúa a modo de "capítulo cero" ya que cuenta el origen de estos personajes.
Un detalle de muy buen gusto que se han dado desde la producción del filme ha sido ambientar la historia en la década de 1960, a diferencia de otros productos de este tipo –caso Brigada A, por ejemplo- que suelen adaptar a personajes clásicos a la actualidad para ahorrar costos. De esta manera, la recordada –y quizá todavía vigente- Guerra Fría es una protagonista más de la historia.
Guy Ritchie, quizá el director que mejor supo vender el cine inglés en los Estados Unidos merced a filmes como Snatch: Cerdos y Diamantes y las dos entregas de Sherlock Holmes protagonizadas por Robert Downey Jr. y Jude Law, vuelve a desplegar su cada día más amplia galería de trucos visuales –en este caso agrega una división de pantalla al estilo del de la serie 24 pero más dinámico- y su típico humor inglés adaptado al cine industrial norteamericano.
En esta ocasión son Henry Cavill y Armie Hammer los encargados de darle vida a los agentes de la organización secreta C.I.P.O.L. (U.N.C.L.E. en inglés que a su vez significa "tío"). Cavill. Muy en boga en la actualidad por su interpretación de Superman en El Hombre de Acero y la inminente Batman vs Superman, interpreta a un Napoleón Solo muy parecido al original pero con muchos toques del 007 que hacía Roger Moore, mientras que Hammer –todavía recuperándose de su fallida versión de El Llanero Solitario- demuestra lo suyo como el soviético Illya Kuryakin, que inspiró también al nombre de la banda de Dante Spinetta y Emanuel Horvilleur.
Ambos agentes, de bandos opuestos, deberán colaborar muy a pesar de ellos en un caso que pone en jaque la seguridad de un mundo ya de por sí inestable cuando un científico nuclear desaparece con los planos para crear una bomba de gran poder destructivo.
Además de Cavill y Hammer, una gran cuota de pantalla se la llevan las chicas Alicia Vikander como la dama en peligro y Elizabeth Debicki como una fría pero sensual empresaria, y villana de turno como debe ser. El filme cuenta también con la participación de Hugh Grant, al que desafiamos a encontrar en los primeros cuarenta minutos de pantalla.
Mérito aparte merece la banda de sonido, compuesta por canciones que RETROtraen a la década en que transcurre la acción y que puede significar un hermoso regalo para la abuela en su cumpleaños.
Resumiendo, El Agente de C.I.P.O.L. obtiene justicia, y no sólo a nivel ficción, con este filme lleno de divertidas situaciones, trepidante acción y mucho humor, características más que suficientes para que valga la pena pagar la entrada.