Laurent Cantet (ganador de La Palma de Oro en el festival de Cannes) presenta en la decima edición de Les Avants-premieres un film que muestra la relación de una famosa escritora de novelas (Marina Foïs) con un singular alumno (Matthieu Lucci) de su taller de escritura.
L’atelier (título original) construye el suspenso en base a sospechas vacías hacia un individuo demasiado extraño para ser culpable. La película presenta personajes antipáticos que se expresan por medio de xenofobia, frases racistas y acciones lamentables. Estamos ante una película que se destaca por mostrar lo más bajo del razonamiento humano adentro de una sencilla sala de un taller de escritura. El film de Cantet no logra alejarse de una tenaz exclamación negativa hacia partidos políticos o diferencias raciales, es tanto el “barullo” sobre estos temas que la película termina resultando densa y efímera.
Las actuaciones de Foïs y Lucci, los protagonistas del film, son correctas pero no llegan a marcar un grado positivo por los constantes fallos en el guión a cargo de Robin Campillo y el propio Cantet. L´atelier genera un grado altísimo de expectativas de resolución pero a la hora de llegar el momento de la verdad, todo se derrumba y se presenta una pregunta culminante: ¿a dónde fueron mis dos preciadas horas?.
Pero no todo está perdido en esta película: la fotografía a cargo de Pierre Milon mantiene un hermoso enfoque autóctono en el film. Resulta precioso ver los parajes de La Ciotat, un pequeño pueblo cerca de Marsella y lugar referencial en este film; Vemos playas, puertos y hermosas aguas que tientan e invitan a la mente a recorrer este pueblo; lamentablemente todo estos paisajes quedan opacados por la repulsión que generan sus propios habitantes.
L’atelier es un film que trata de ubicar el apellido Cantet en un cine deluxe proveniente de Francia; de todas formas lo único que logra en su final es que el público eleve sus muñecas para alcanzar la visión en las manecillas del reloj.