Terror americano a la japonesa
Tras varios años sin adaptar ningún clásico nipón, el cine norteamericano regresa a ese país para contar una fábula sobrenatural que cumple con el objetivo de asustar
Un bosque cercano al imponente Monte Fuji al que los jóvenes se dirigen para cometer el hara-kiri es el escenario de esta nueva incursión norteamericana en el terror aunque con condimentos propios del cine del país del sol naciente.
Jason Zada, un director que debuta con este largometraje tras realizar varios cortos del género del chucho, busca –no sólo a través del bosque- sino con la experimentación constante los mejores planos para asustar a adolecentes desprevenidos para los cuales esta puede ser su primera salida a ver una de terror. Eso sí, los más veteranos en el género puede ir retomando la idea de comenzar a ver acción o comedia porque nada nuevo resulta de esta película que se apoya mucho en lo sobrenatural mediante maquillajes, oscuridad y efectos especiales y muy poco en las actuaciones de sus protagonistas.
Natalie Dormer, la actriz británica que interpretó a Ana Bolena en la serie The Tudors y Margaery Tyrel en la no menos aclamada Game of Thrones interpreta en El Bosque Siniestro un doble papel: las gemelas Sarah y Jessica Price. La historia comienza cuando la primera parte a Japón desde los Estados Unidos a buscar a la segunda que ha desaparecido. Una vez en ese país, Sarah descubre que su depresiva hermana entró en el bosque y no consigue a nadie que la acompañe a buscarla hasta que un periodista y un guía le prestan atención y la llevan al lugar.
Pero según los hombres, el bosque busca en el alma humana los miedos y los usa contra las personas por lo que Sarah deberá luchar contra sus demonios internos y preguntarse a cada paso si lo que ve es real o producto de su imaginación.
Quedará en el público determinar si esta película hace buena taquilla y pasará a la posteridad por algún detalle en especial o quedará en la pila de DVD´s de terror de algún videoclub a la espera de que alguien la note. En el caso de este crítico, la segunda opción es la segura aunque gente joven siempre habrá.