Durante los años 1975 y 1976, los militares ocupan el territorio de la provincia de Tucumán y desatan una gran represión como prueba piloto para luego dar el golpe de estado. Un campesino militante del ERP, que vivía humildemente con su esposa y seis hijos, es secuestrado y su cuerpo es arrojado desde un helicóptero en Pozo Hondo, un pueblo situado entre Tucumán y Santiago del Estero. La población lo entierra y lo transforma en un santo milagroso. En 2010 se descubre que ese cuerpo pertenece a Tomás Francisco Toconás, y las tremendas consecuencias del terrorismo de estado salen a la luz para reconstruir la verdad detrás de la historia de un mito.