Vuelta por el universo
“La vida no se elige, se vive” le dice Daniel (Emilio Estévez) a su padre Tom Avery (Martin Sheen). La vida estructurada de un oftalmólogo se modifica profundamente al notificarse de la muerte de su hijo por encontrarse atrapado en una tormenta en Los Pirineos por donde realizaba una travesía hacia Santiago de Compostela. El Camino de Santiago es una ruta que recorren los peregrinos procedentes de toda España y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Daniel emprende los 800 kilómetros de peregrinaje, pero a tan sólo un día de iniciar la caminata, muere. A raíz del accidente, su padre Tom decide cremar los restos y emprender el viaje que su hijo no pudo terminar. Magnos paisajes, extensos fogones e interminables caminatas desenlazan en un estrecho vínculo que Tom logra con su grupo de viaje y con el mundo que lo rodea. Ese universo tan inmenso que nunca se había atrevido a conocer y que nunca lo había cautivado. A partir de las heridas de la muerte de un hijo, nace la inquietud por explorar la vida. Una historia conmovedora y portadora de esperanza que hasta incluso hace resurgir el amor.