La dignidad por encima de todos los prejuicios Si el espectador se topara con Julia Brian e Ignacio González caminando por la calle o viajando en colectivo, ¿qué clase de mirada, qué pensamientos les dedicaría? Uno de los méritos –tal vez el más importante– de El casamiento es el de permitirle a ese mismo espectador conocer las vidas de dos personas singulares y únicas y, al mismo tiempo, representativas de un conjunto minoritario. En otras palabras –y en esto el cine documental no tiene demasiados contrincantes de peso–, el de acercarle, a quien esté dispuesto a hacerlo, un retazo de vidas tan comunes como extraordinarias. Claro que, en el caso del documental del uruguayo Aldo Garay –codirector de El círculo (2008), doc centrado en Henry Engler, el miembro de Tupamaros que permaneció doce años en reclusión–, esa cotidianidad puede resultar fuera de lo común para una gran mayoría: Ignacio es un hombre y Julia una transexual; ella tiene 65 años y él ya pasó los 70 hace rato; ambos conviven desde hace dos décadas y ahora que la ley lo permite quieren casarse. La clave, entonces, es “visibilizar”, según el nuevo uso de ese verbo, aún no aceptado por la R.A.E.Pero no se trata, de ninguna manera, de un documental baja-línea o acechado por la corrección política, sino el resultado directo de una relación de amistad y confianza de muchos años entre el realizador y la pareja. De hecho, Garay ya los tuvo como protagonistas de un cortometraje anterior, Mi gringa, retrato inconcluso (2001), del cual pueden verse varios fragmentos en El casamiento. El film, presentado hace ya más de tres años en festivales como el Bafici o el Sanfic (Chile), se concentra en detalles sin importancia aparente: algunas charlas en la entrada de su casa, las sesiones de diálisis a las que debe someterse Julia, el contacto cariñoso con sus perros, una mudanza esperanzada y los preparativos para el casorio. Ignacio y Julia no sólo no son jóvenes, sino que forman parte de una clase semimarginal bastante relegada, habitantes de los suburbios de Montevideo, sobrevivientes de varias batallas personales y de condiciones laborales y sociales desfavorables.El realizador evita tanto la empatía bonachona y biempensante como el patetismo aleccionador, tentaciones muy poderosas que en otras manos podrían haber empapado el material y elevado los fines ideológicos por encima de los seres humanos. Y si bien es cierto que Garay parece no haber logrado desnudar a los personajes en toda su dimensión y, por momentos, la película sigue una deriva marcada por la acumulación y no tanto por un concepto o emoción rectora, la gigantesca dignidad y humanidad de Julia e Ignacio terminan imponiéndose con la fuerza de la autenticidad. No es una virtud menor para un documentalista dejar que eso ocurra. 6-EL CASAMIENTO (Uruguay, 2011)Dirección y guión: Aldo Garay.Fotografía: Germán De León y Nicolás Soto.Música: Daniel Yafalián.Duración: 70 minutos.
Escenas de la vida conyugal Las parejas llegan a casarse bajo circunstancias muy disímiles dependiendo del caso, pero nunca tan particulares como el retratado en El casamiento (2011), documental sobre Ignacio y Julia, una mujer transexual que esperó que el Estado uruguayo le reconozca su identidad femenina para contraer matrimonio. Julia Brian vive junto a Ignacio en un barrio marginal, cercano a la ciudad uruguaya de Montevideo. Tras veinte años de convivencia esperan la oportunidad de casarse. Luego de que el Estado uruguayo le reconociera finalmente en 2005 la identidad femenina a Julia, tra su cambio de sexo en 1993. El documental dirigido por Aldo Garay, retrata con ternura la convivencia de esta pareja igual a cualquier otra. Paradoja del destino, los concubinos debieron resistir las burocráticas normas estatales para contraer matrimonio. El director pone el foco en la dulce y compañera relación que mantienen Julia e Ignacio, demostrando que no tienen nada de “raros” en su cotidianeidad. De esta manera logra un acercamiento íntimo y poco casual a la vida ordinaria de ambos. La elección de Garay es pararse en la relación entre los personajes –incluyendo a su simpático perrito, que cumple el rol de hijo para ellos- para exponer por contraste lo contradictorio y poco humano de las leyes civiles uruguayas. El casamiento es un retrato tierno y ameno sobre la relación de pareja ideal que comparten diariamente Julia e Ignacio, que llegan a la vejez con una fuerza y ganas de casarse únicas por las circunstancias que les tocó vivir.
Este documental que cuenta la historia de la relación sentimental entre una transexual y un ex obrero de la construcción, ambos uruguayos, obtuvo una mención especial en la sección Derechos Humanos de la edición 2011 del Bafici. Julia e Ignacio, dos personas maduras, se conocieron una Navidad en una plaza de Montevideo y a partir de ahí se hicieron inseparables. El caso de Julia es muy conocido en su país: en 1993 se practicó una operación de cambio de sexo en el Hospital de Clínicas de la Universidad de la República, pero debió esperar hasta 2005 para que el mismo Estado que avaló esa intervención reconociera legalmente su nueva identidad. Ignacio llevó una vida dura como trabajador, fue alcohólico durante años y recién cuando entabló esta relación encontró sosiego. La película muestra la vida cotidiana de la pareja, que termina casándose, con sencillez y mucho cariño.
Julia Brian, a former construction worker, is now 65-years-old and was born a man. Up until his teen years, he was a run-of-the-mill gay man. Then “he” became a “she”, as a transvestite, and back in 1993 she had her sex change operation at Hospital de Clínicas in Montevideo, Uruguay. It was definitely one of the most important events of her life — not only because Julia’s body finally matched her gender identity, but also because it was something her 75-year-old companion, Ignacio González, had long wanted since he first met her as a man at a city park on Christmas Eve. Ever since then, they have been together every single day of their lives. And now, despite their age, they have decided to get married, just like any regular couple in love. Uruguayan filmmaker Aldo Garay met the couple long before they thought of tying the knot. After getting to know them and gaining their trust, he set out to film their daily life, with no emphasis on any central events, but placing his gaze on small incidents and day to day occurrences. So his film El casamiento is an observational documentary for the most part, yet there also quite a few fragments of candid interviews with the couple. Some of these interviews explore the subjectivity and inner lives of Julia and Ignacio, whereas others are just illustrative of their story together. And that’s perhaps one of the problems here: a certain lack of momentous insights and observations on so rich a material. And it’s not because the couple is shy or reluctant to talk before the camera. On the contrary: they behave very naturally and in a friendly way. And it surely seems they are more than glad to share their experiences. That’s why you get a feeling of truthfulness and honesty throughout. As regards the observational part, there’s an almost equal number of telling, eloquent scenes that depict their warm, emotional bond, and merely descriptive ones that fail to elicit any kind of drama. In these scenes, El casamiento becomes routine fare without much appeal. But at least it’s partly compensated by the subtle and charming photography that exudes sweetness as well as adding a poetic layer to the environment the characters live in. Most importantly, the presence of the interviewer is invisible and so his camera is never intruding, and in this ways viewers are prompted to being direct witnesses of the intimacy of a couple that may be odd to some (or many), and yet it’s just like another tender couple. That is to say, two people who care for each other, promise to be as one both in good and bad times, and do their best to be happy together. It makes sense: that’s what love is all about. Production notes El casamiento / The Wedding (Uruguay – Argentina 2011) Written and directed by Aldo Garay. With: Julia Brian, Ignacio González. Cinematography: Germán De León, Nicolás Soto. Editing: Federico la Rosa. Running time: 71 minutes