El cielo elegido

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Un confuso filme sobre la fe

En 1999, el director Víctor González filmó "Ciudad de Dios", la que nada tiene que ver con la película brasileña de igual nombre. En la primera incluía como en "El cielo elegido", un hombre que predicaba la fe. Solo que en la actual, según dice el mismo cineasta, este filme es "mi devolución a la educación religiosa que recibí".

"El cielo elegido" cuenta una historia que tiene por protagonistas a tres sacerdotes: el padre Orbe (Osmar Núñez), el padre Claudio (Osvaldo Bonet) y el padre Pablo (Juan Minujin).

Cada uno de estos representantes de la Iglesia guarda variados secretos. El padre Claudio, en silla de ruedas, cuestiona la fe que profesa y transmite a los fieles. Pablo, es un joven que si bien es sacerdote, se deja seducir por una chica llamada Ceci (Jimena Anganuzzi) que lo persigue hasta en el confesionario y lo hará dudar de la facilidad con que tomó los hábitos.

ASESINATO OLVIDADO

La historia de la que es coautor el mismo director y Huili Raffo, si bien al comienzo parece interesante, abre con una escena de la que después no se sabe nada más. Nos referimos a la situación de la cárcel, en la que se asesina a un hombre y el joven sacerdote es obligado a rezar por el muerto, a punto de ser incinerado en un horno por un compañero.

Si esta escena resulta inverosímil, lo que sigue después es una serie de abrumadoras y confusas hipótesis sobre la fe y lo que esconden los hombres que representan a Dios como miembroe de la Iglesia.

Lo dicho deriva en una serie de circunstancias en las que se mezclan el costado gay de uno de los sacerdotes y cuestiones fenomenológicas, junto con un crimen.

La película en su primera parte consigue buenos climas y escenas muy bien iluminadas y fotografiadas, pero si es cierto que el director Víctor González, supo rodearse de un formidable equipo de actores (Osvaldo Bonet, Osmar Núñez, Jimena Anganuzzi y Juan Minujin), que sostiene con verosimilitud las absurdas situaciones que se le marcaron, pero esto no alcanza para redondear una producción con la que se quiso cuestionar la fe, pero que se resolvió en una historia que confunde, más que aclara.