El ciudadano ilustre ofrece una punzante observación sobre muchos aspectos de la sociedad y la cultura. Critica las miserias, el conservadurismo, las mezquindades y esos supuestos valores que conforman el “ser criollo”. También carga contra la burguesía intelectual, reflexiona acerca de la idea del éxito, sobre cuál es el rol del artista en una sociedad y sobre la cultura institucional. [Escuchá la crítica completa]