EL CONJURO QUE NO NOS HECHIZA
Esta segunda entrega no atrapa ni perturba como la primera, ya que no tiene un caso paranormal que erice nuestro alma, que nos lleve al mismísimo infierno, ese infierno que los Warren describen.
En esta oportunidad Ed y Lorraine Warren viajarán al norte de Londres, en los años 70, para ayudar a una madre que tiene a su cargo cuatro hijos y que vive sola con ellos en una ominosa casa que por supuesto tiene una gran presencia demoníaca
La primer media hora resulta lenta y predecible. Y solo el “susto” llega con muñecos que se mueven o puertas que se cierran. Cabe destacar los detalles de la época, que están muy bien logrados. Y ver “homenajes” de James Wan para el film “El Exorcista”.
Subo dos puntos por las actuaciones de todos, Vera Farmiga (Lorraine), Patrick Wilson (Ed), logran grandes interpretaciones, en la piel de los verdaderos y extraños Warren. Y especialmente una gran actuación de la pequeña poseída, Madison Wolfe.