La aterrada Sarah, única sobreviviente del grupo de expedicionarias que se internó en las cuevas, se verá obligada a volver a la mina y enfrentarse de nuevo a sus demonios y, lo que es peor, a esas aterradoras criaturas que viven bajo la tierra. Esta secuela –que comienza segundos después del final de la primera parte- cuenta con la posibilidad de presentar lineamientos alternos en sus primeros minutos, como el trabajo de los equipos de rescate y el circo mediático que se forma alrededor del suceso sensacionalista.
El director de la primera entrega, Neil Marshall, cede ahora la batuta a su montajista, John Harris quien encuentra en los flashbacks una herramienta puramente comercial, más que argumental, permitiendo que espectadores ajenos al film original puedan seguir sin dificultad esta continuación.
Las secuencias bajo tierra son claustrofóbicas y el aditamento de las noticias actuales provenientes desde Chile lo hacen aún más escalofriante. Sin embargo, si el factor sorpresa ya no cuenta y lo sutil deja lugar a lo explícito, podemos concluir que “El descenso 2” es simplemente otra película de terror no apta para impresionables.