Y de eso se impregnan los fotogramas de esta película, que nos grita en la cara que quien tiene el poder, generalmente abusa del mismo. Lo quiere todo, porque piensa que puede tenerlo todo.
Bombshell, es una película basada en hechos reales.
Al principio, se nos anuncia que la película menciona nombres reales y que, en algunos casos, los nombres de las personas fueron modificados, como también algunas situaciones para ajustarlas al guión.
La película se centra en las denuncias por acoso sexual que caen sobre Roger Ailes, el fundador de Fox News y cómo muchas de sus empleadas mujeres que fueron sus víctimas, buscan sacar adelante la verdad, enfrentando a toda una cadena y a una parte del país que se identifica con lo que Roger Ailes representaba.
Esto ocurrió en el año 2016, previo al movimiento #Metoo y las declaraciones de acoso sexual que las actrices realizaron contra el dueño de Miramax, Harvey Weinstein. Somos testigos, de cómo estas mujeres, la presentadora Gretchen Carlson (Nicole Kidman), la periodista estrella Megyn Kelly (una excelente actuación de Charlize Theron), y la periodista principiante y personaje que no pertenece a la historia real, Kayla Pospisil (Margot Robbie) forman parte de la denuncia de acoso sexual al fundador de Fox News, Roger Ailes (Un gigante y oculto detrás del maquillaje John Lithgow).
Generalmente cuando estamos frente a una película basada en hechos reales, se genera una necesidad de querer saber la verdad detrás de los hechos expuestos. Mas si uno desconoce la historia y los personajes involucrados.
En este caso, falta compromiso. Hay una mano blanda detrás de la dirección que hace titubear el concepto, a pesar que el barco llegue a buen puerto. Es un viaje que puede ser agradable para un espectador de telenovelas vespertinas, pero no termina de ajustar las tuercas para dejar bien en claro el mensaje de la historia.
Además, hay recursos de dirección que no se justifican (hablo de esa primera parte con personajes hablándole directamente al público – Se le llama romper la 4ta pared – que no aparece nunca más en el resto del metraje). En cuanto a las actuaciones, por momentos no logran llegar a transmitir lo que le pasaba a las victimas de este siniestro personaje. Hay una sensación de acartonamiento de los actores, a pesar de grandes actuaciones de Charlize Theron y John Lithgow.
Da la sensación que con más detalle y compromiso por parte de todos los implicados, podría haber sido una mejor película.