Rompiendo el silencio
Abuso de poder. Individualismo. Y una gran pregunta: ¿Qué hacemos cuando el sentido de lo moral se contrapone a nuestro éxito personal? Una combinación explosiva tanto en el reparto como producción, El Escándalo indudablemente se destaca en el año como una de las joyas del cine. Haciendo un excepcional dúo, la película es escrita por Charles Randolph, guionista en otro escándalo corporativo basado en hechos reales: “La gran apuesta” (2015), y dirigida por Jay Roach, también con experiencia en biopics, con su anterior film Trumbo (2015) basado en la vida del guionista Dalton Trumbo, quien al igual que las protagonistas de esta historia, sufrió problemas en su carrera debido a sus ideales.
El escándalo nos cuenta los sucesos ocurridos en julio de 2016 en la ciudad de Nueva York, cuando Gretchen Carlson (Nicole Kidman), ex presentadora en FOX NEWS demanda por acoso sexual al director ejecutivo fundador del canal, Roger Ailes (John Lithgow). Paralelo a esto, también se narra la confrontación entre la periodista del mismo canal Megyn Kelly (Charlize Theron) contra el candidato a presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en tanto al maltrato suyo hacia las mujeres, y cómo las directivas, en base a apoyar la campaña de Trump, la obligan a Megyn a callarse y someterse ante él. Por otro lado, se introduce al personaje ficticio —aunque bien podría no serlo— de Kayla (Margot Robbie), quien en su intento por triunfar en su carrera y seguir sus sueños, se convierte en otra de las víctimas de Roger Ailes.
Relacionadas entre sí, no sólo por el mismo hombre, sino por encontrarse en la misma posición, como diría el viejo dicho, entre la espada y la pared, con un sofocante sentimiento de culpa. La música, compuesta por Theodore Shapiro, nos transporta por momentos a otra de las películas en que compuso, El Diablo viste a la Moda (2006), donde también la única elección para seguir triunfando era, irónicamente, no elegir. La diferencia la marca Megyn Kelly, quien tiene en sus manos la posibilidad de apoyar a Gretchen en su denuncia, alzando la voz como otra de las víctimas del acoso de Roger Ailes.
Realmente cabe destacar las actuaciones excepcionales de la película, en particular de Charlize Theron y Margot Robbie, ambas nominadas —no es casualidad— tanto a los Oscars, Globos de Oro y Sindicato de Actores, a Mejor Actriz y Actriz de reparto, respectivamente; con escenas realmente difíciles de ver por la empatía que nos generan en pantalla.
Respecto a la dirección, Jay Roach juega con los planos, haciendo zooms bruscos, y por momentos lleva a los personajes a hablar a cámara, como si se tratara de un programa de televisión. Bien narrado y con excelentes transiciones entre las tres historias, con el plus de la perspectiva de Roger, enfrentándose a sus abogados y al dueño del canal, Rupert Murdoch (Malcolm McDowell).
En una placa en negro, antes de los créditos, se nos cuenta que FOX repartió entre las víctimas de acoso y abuso, una indemnización de 50 millones de dólares. Roger (y otro de los acusados), de 65. Eso nos deja pensando.
Por más que en la taquilla no haya tenido una buena recepción, es nuestro trabajo hacerle justicia a esta película, y a estas mujeres.