Un día Odd Horten debe jubilarse, dejará atrás los años en que conducir locomotoras como trabajador ferroviario era su vida y deberá tomar un sendero nuevo.
El jubileo y el premio a su labor no son suficientes para que la soledad no se apodere de él y decida escapar de ella emprendiendo nuevos rumbos. A los hábitos cotidianos Horten los cambiará por nuevas experiencias que convierten en un viaje existencial su nueva condición de jubilado. La vida sorprende al más pintado y la mirada de Hamer sigue a su criatura sin juicios, lo suficientemente cerca para mostrárnoslo, lo eficientemente lejos para que podamos ser nosotros, los espectadores, quienes declaremos que toda vida puede hallar poesía e inocencia y descubrir las cosas más impensadas cuando la melancolía parecía apoderarse de todo.
Bello film con cuotas de existencialismo en tono de comedia y una mirada poética y esperanzada sobre esta temida tercera edad.