Para los que lo conocen es una divertida manera de recordarlo y para los que no, El Grinch, que es un ogro totalmente verde, vuelve otra vez en este 2018 para robar la navidad, con su eficaz e incondicional perro Max, pero en esta oportunidad en 3D.
El Grinch, personaje principal, con una mixtura de ser odioso y tierno a la vez, es la versión del cuento animado, hecho para la TV hace ya 52 años. En esta ocasión nos encontramos con otra adaptación del cuento de Theodore Seuss Geisel, mejor conocido como Dr. Seuss, un talentoso escritor y caricaturista estadounidense que marcó la infancia de millones de niños con sus libros infantiles. Entre ellos se destacan “El Lorax”, “El Gato en el Sombrero” y la que nos atañe: “Cómo el Grinch robó la Navidad”. Nacida en 1957, fue tan grande la aclamación del público que para 1966 se convirtió en un corto animado y se transformó en un clásico.
Para los abuelos de los niños de ahora, cabe destacar que Boris Karloff fue el narrador del corto y la voz de “El Grinch” y que la obra fue transmitida por la cadena CBS. Otro que tuvo que ver con este ogro, con corazón de dos tallas menores a la talla usual, como él mismo declara, fue el actor Jim Carrey, quien dio vida al berrinchudo personaje verde. En su momento el público la vio como una comedia disfrutable, pero la crítica la catalogó como una imperdonable transgresión.
En esta nueva versión, Scott Mosier debuta en la dirección de largometrajes con este filme que co-dirige junto a Yarrow Cheney (“Mascotas”), y que cuenta con un guión de Michael LeSieur (“Las apariencias engañan, El atraco”). El reparto de voces de la versión original está encabezado por Benedict Cumberbatch (“Vengadores: Infinity War”, “Sherlock”) como el mítico Grinch. También están presentes Kenan Thompson como Bricklebaum, así como la consagrada actriz británica de Broadway Angela Lansbury.
Con gráficos de colores brillantes, mantiene un ritmo constante y atractivo, a pesar de que el guión es totalmente versado, de principio a fin, pero logra sembrar la expectativa de ver si, finalmente, el personaje lleva a cabo su triste plan de robarse la Navidad del pueblo de Quien. La cinta, visualmente poderosa consigue hacer querible al gruñon peludo y verde que lleva la batuta de la historia a pesar de tan dudoso cometido.
La película también se puede ver como una crítica social a todo lo superfluo de la Navidad, regalos, envoltorios, ropa especial.
Apta para que todo el público la disfrute, para que la familia vaya al cine a reafirmar que esta diferente y atípica historia navideña ya fue adoptada por la gente como un clásico para ir a ver y no olvidarse de comer pochoclos mientras tanto.